/ Jorge Vega Bravo
El tabaco es una planta oriunda de América, usada por nuestros ancestros con fines medicinales y como parte de los rituales de los curanderos indígenas a lo largo de todo el continente. En la era del consumo, el tabaco se volvió un negocio gigante y penetró en todas las esferas culturales y sociales hasta volverse la epidemia más importante producida por el propio hombre.
Cada año, el 31 de mayo, la OMS celebra el Día Mundial Sin Tabaco, dedicado a resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y a promover políticas eficaces para reducirlo. El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de muerte en el mundo. Se calcula que alrededor del 25 por ciento de la población mundial fuma y que mientras más pobre es la región hay mayor tendencia al tabaquismo.
Antioquia es una de las regiones de Colombia donde más se fuma. El tumor maligno de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en Antioquia y aquí tenemos las cifras más altas del país. Las mujeres que no fuman, pero que viven con fumadores, tienen un 24 por ciento más de riesgo de contraer cáncer pulmonar. Los niños de padres fumadores tienen un 50 por ciento más de riesgo de presentar enfermedades respiratorias.
El objetivo central del Día Mundial Sin Tabaco es contribuir a proteger a las generaciones presentes y futuras de los efectos en la salud y de los daños ambientales y socio-económicos que se derivan del consumo de tabaco y de la exposición al humo.
Acabo de asistir al V Seminario Internacional de Oncología Antroposófica en Lima y uno de los temas centrales fue el cáncer pulmonar y su estrecha relación con el tabaquismo. El tabaco mata a 6 millones de personas cada año. Su consumo es un factor de riesgo para 6 de 8 de las principales causas de defunción en el mundo. De las muertes atribuibles al tabaco el 80 por ciento se presenta en los países en desarrollo. Pero no se trata de actuar desde el miedo. La pregunta sobre por qué fumamos atraviesa el tema de la libertad y de las dificultades cotidianas de la vida humana.
¿Qué suele anteceder al hecho de fumar? ¿Cuál es la razón para fumar? Generalmente los jóvenes empiezan a fumar para sentirse mayores, para buscar reconocimiento, para experimentar nuevas sensaciones o por presión del grupo. Fumar durante la adolescencia aumenta 16 veces la probabilidad de ser un adulto fumador. Y los adultos fuman porque les falta algo o porque el cigarrillo produce un alivio en los momentos de presión y ansiedad. La nicotina, considerada la segunda sustancia más adictiva después de los opiáceos, es un gran estimulante y oculta los síntomas de la depresión al aumentar los niveles de dopamina. El deseo del fumador es poder entrar en una situación diferente a través del fumar: en 2/3 de los fumadores esto se perpetúa en el ámbito de lo inconsciente y se torna adicción. Muchos fumadores huyen del aburrimiento o se contactan con otros a través del tabaco. Un primer paso para superar el hábito de fumar, es entrar conscientemente en el propio interior y empezar a considerar las opciones de superarlo. Existen cada vez más clínicas y métodos para dejar de fumar. Entre nosotros existe una Clínica antitabaco en Comfenalco y hay profesionales especializados en ayudar en este proceso. El fumador sabe que el tabaco es nocivo para la salud y que acorta su vida pero tiene grandes dificultades con la voluntad. Un proceso de motivación y la decisión de buscar ayuda son claves para lograrlo. Sin ayuda es bien difícil. Con un profundo respeto por los lectores fumadores les aconsejo emprender un camino serio para liberarse del tabaco.
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