“No hubo un muerto de milagro”, señala Marco Jaramillo, propietario y residente de la urbanización La Mattina, en Castropol, a cuya fachada fue a dar, el jueves, un vehículo que segundos antes estaba estacionado en el parqueadero público del minimercado D1 que está ubicado justo al frente del conjunto.
Es la tercera vez, cuenta Jaramillo, que ocurre lo mismo: que los conductores, debido a la inclinación del lugar donde están las celdas, pierden el control de sus vehículos y estos se ruedan hacia atrás, golpeando la acera del frente, pero que en el caso de ayer la gravedad del incidente fue mayor.
“El parqueadero fue construido sin cumplir la licencia, en un área sobre el antejardín que tendrían que respetar pues allí debería haber andén, con una forma en la que la celda da directamente con la vía. Afortunamente el del jueves era un carro pequeño”, sostiene el residente.
Cindy Oliveros, empleada de Mundo Horizontal, la empresa que administra la urbanización La Mattina, comenta que también han tenido inconvenientes con los carritos de mercado que se ruedan sobre la vía, en la calle 15B con la carrera 35A, que pueden ocasionar un accidente.
“Hemos hablado con la inspección, con los representantes del minimercado, con los representantes legales y no prestan atención. También tenemos otros problemas por exceso de ruido, las alarmas se disparan a cualquier hora, los camiones de abastecimiento llegan a las 5 o 6 de la mañana, no entienden que es una zona residencial”, afirma Oliveros.
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