/ José Gabriel Baena
Para quienes me tachan de frívolo por tratar asuntos como Sherlock mientras en la ciudad suceden tantas cosas malas, ahí les va esto: “Medellín y el área metropolitana ocupan el tercer lugar en el podio de las ciudades con menor incidencia de pobreza en el país, pero en ser los más desiguales escalan al primer lugar.” (El Colombiano, junio 10). ¿Quién entiende esto? Medellín, la más innovadora en estadísticas.
• El Tiempo publicó –junio 7- un informe sobre el miserable estado en que aún se encuentra la Biblioteca España: en septiembre se adjudicará la reconstrucción de la fachada y las obras durarán 18 meses, y de tal manera solo se reabrirá en febrero de 2018. También se menciona el peligroso estado de la terraza de madera de la Biblioteca León de Greiff: “la terraza… se despedazó como por arte de magia (¡sic!), aparte de las humedades que tiene la estructura”. Los usuarios se pasean por allí arriesgando la vida, según se ve en la foto. La Vicealcaldía de Cultura dice que no le interesa encontrar a los culpables. Como se sabe, las dos bibliotecas se construyeron durante la alcaldía Fajardo con diseños del italo-bogotano Giancarlo Mazzanti
• La Mesa de Redacción de El Tiempo-TV ya sentenció que el próximo alcalde de Medellín será, de nuevo, un señor Salazar. Y de nuevo, un señor Pérez en la gobernación. ¿Serán tan estultos los paisas que re-votarán por estos personajes? ¿Se repetirá la historia como farsa, al decir de Marx? Pero si El Tiempo lo dice…
• El Colombiano, martes 9: “Casas agrietadas por obras del tranvía serán demolidas…”. Son 44 casas en pérdida total y otras 32 gravemente agrietadas. Los ingenieros de la obra utilizaron dinamita para romper asfalto y piedras abriendo la vía. La gerente del Metro dice que “la reparación es remota, deberán tumbar y volver a construir, para lo cual comprarían a las familias las casas o promoverán un desarrollo urbanístico” (¡!) Pero, se anota, “en medio de la incertidumbre de la comunidad, las obras continúan a buen ritmo…”
• Pasemos a nuestra sección de salud: el mismo diario bogotano citado dedicó dos separatas dominicales a la denominada “enfermedad celíaca”, un invento gringo de moda. Entre la multitud de alimentos y sustancias prohibidas para los pobres “celíacos” figuran, téngase usted fino: todo derivado de los granos de trigo (¡el pan!), avena, cebada y centeno, pastas industrializadas frescas o secas, productos panificados convencionales y de repostería y pastelería, galletas industriales, pan rallado, barras de cereal, whisky, cerveza, malta, carnes frías, jamón, salchichas, chorizos, leches, quesos, queso crema, quesito, ricotta, queso rallado, parmesano, leche en polvo, crema de leche, yogures, todo tipo de salsas, tomate, mayonesa, soya, tártara, chantilly, mostaza, hamburguesas, conservas cárnicas y marinas, sardinas, calamares, moluscos, pulpos, mejillones, almejas, atunes (adiós a la paella), frutos secos, toda clase de nueces, mermeladas y jaleas, chocolate y cacao en polvo, café, arequipe, helados, caramelos, pasabocas, papitas fritas, platanitos, chitos, pandeyuquitas, masmelos”. ¡TODO! Contra esto, recomiendo a los “celíacos” paisas que lean en un New Yorker del pasado noviembre un extenso ensayo que desmonta toda esa tontería contra “el gluten”: basta que escriban en su buscador “TheNewYorker gluten”…
• El Concejo de Medellín otorgó a los Alcohólicos Anónimos la medalla de oro Juan del Corral por su labor de muchos años contra los venenos de la FLA. Alguien la recibió y perdió el anonimato, junto con toda la devota congregación asistente.
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