Para Luis Fernando Agudelo, director de Medellín Cómo Vamos, una mayor cultura del reporte ciudadano reduciría la brecha entre realidad y percepción de seguridad.
Asumió el liderazgo del programa de monitoreo independiente de mayor prestigio en la ciudad, justo cuando esa misma herramienta de veeduría técnica y social cumple sus primeros 15 años de tomarle el pulso a Medellín y los anhelos de su gente.
Luis Fernando Agudelo es contador, con maestría en Gerencia Pública y doctorado en Estudios Políticos; tiene una reconocida experiencia docente e investigadora en gobierno, finanzas y administración pública en las universidades de Antioquia, Medellín y Eafit.
Con motivo de la reciente publicación del Informe Calidad de Vida de Medellín 2020, le consultamos sobre la inseguridad en la ciudad, con especial énfasis en la Comuna 14, donde se vienen registrando episodios criminales viralizados en redes.
¿Qué opinión le merecen los anuncios de la Alcaldía de Medellín celebrando que 2020 y 2021 son los años menos violentos para la ciudad en cuatro décadas?
Con las cifras existentes, esa afirmación es cierta si nos quedamos solamente con la violencia homicida. Hay otros delitos, como la extorsión o el hurto, que no han bajado tanto o de las cuales hay un enorme subregistro. En extorsión puede ser de una denuncia por cada 50 o 100 episodios. En hurtos, la Policía Nacional calcula que hay una denuncia por cada cinco robos en Medellín. Eso también es violencia.
¿Pero las cifras también hablan de menos hurtos de 2019 a 2020, tendencia que parece revertirse en 2021, aunque sin volver al nivel de prepandemia?
Así es, y reitero: son las cifras de denuncias efectivas ante las autoridades, en las que hay subregistro, cosa que no sucede con los homicidios, por obvias razones. Nosotros analizamos las cifras de la Policía Nacional y del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de Medellín (SISC). También analizamos la percepción de seguridad, con encuestas de victimización (le preguntamos a la gente si fue víctima de un delito o alguien de su círculo cercano) que tiene tres fuentes: el DANE, la administración municipal y nuestra propia encuesta. Nos encontramos con que el SISC informa una baja en los homicidios y en los hurtos, pero la encuesta de victimización de la alcaldía muestra que esta subió en 2019 al 15.9 %, y en 2020 a 18.2 %. No son datos congruentes. En nuestro análisis de percepción, los encuestados nos dicen que la ciudad es igual o peor de insegura que en 2019, pero para la encuesta de la alcaldía, la percepción positiva subió.
¿A qué atribuye estas inconsistencias?
Todavía no lo tenemos claro, pero manejamos algunas hipótesis que esperamos confirmar con más información sobre los casos denunciados. Puede estar pasando que los hurtos, por ejemplo, si bien se denuncian menos, estos se dan con más violencia, como atracos a mano armada. Eso impacta la percepción, y ya lo vimos en Bogotá. Por eso es tan importante que los ciudadanos denuncien siempre y que las autoridades registren de manera completa los casos. Eso nos permite hacer análisis más precisos y proponer alternativas de solución más pertinentes.
19 %
de los negocios y 8 % de los hogares de la ciudad son extorsionados, según el estudio Gobierno criminal en Medellín: panorama general del fenómeno y evidencia empírica sobre cómo enfrentarlo, de Eafit.
1
de cada 5 habitantes de Medellín tendrá 60 años o más en 2030, cambio demográfico que impactará toda política pública, inclusive en seguridad ciudadana.
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¿Es El Poblado seguro o inseguro?
Para nosotros, la Comuna 14 es un territorio tipo 3, o sea, está en la cola en cuanto a homicidios (1.5 por cada 100 mil habitantes), pero está en el top 3 de los que presentan más denuncias por hurtos de todo tipo, detrás de La Candelaria y Estadio-Laureles. Se han viralizado atracos a mano armada en negocios de El Poblado por videos en redes, pero estos, en realidad, son la cuarta modalidad de hurtos en establecimientos. El año pasado se denunciaron en esta comuna 839 de estos casos; la mayoría fueron por descuido u oportunidad, mecheros (robo incruento de ropa) y rompimiento de cerraduras.