“Yo he sido muy ñoña toda la vida”

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Solo tenía quince años cuando terminó el bachillerato, y ya debía enfrentarse a la primera decisión importante de su vida: ¿qué estudiar? Entre los gustos de Lina Paola Higuita, los caminos estaban realmente divididos: historia o química. Fue un profesor del colegio el que le ayudó a decidirse: “Lina, a vos siempre te gusta entender cómo son las cosas, vos vibrás con eso”. Y no se equivocó.

Lina nació en Florencia, Caquetá, y creció en varios municipios de Antioquia, gracias a la labor de docentes de sus padres. Desde muy niña demostró el interés por el estudio, y especialmente por las ciencias: “Yo he sido muy ñoña toda la vida”. Cuando la familia visitaba Medellín, los fines de semana, a Lina la inscribían en los semilleros científicos de la Universidad de Antioquia, y a su hermano en los programas deportivos.  

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Hasta hace muy poco, el campo de las ciencias básicas era un terreno mayoritariamente masculino, pero Lina hace parte de esa generación de mujeres que han roto el techo de cristal. “Nunca me he sentido discriminada -dice-… aunque creo que tampoco me hubiera dejado”. Científicas que disfrutan aprender y enseñar el conocimiento: “En la universidad me gocé la carrera, no como una nerda come-libros, sino disfrutando el simple placer de aprender”.  

“Nunca me he sentido discriminada… aunque creo que tampoco me hubiera dejado”.

Lina recorrió el camino de las ciencias básicas: después del pregrado en Química Pura en la Universidad de Antioquia empató con la maestría en la misma institución; y, con una beca, siguió el doctorado en Ciencias Químicas. Su pasantía internacional del doctorado fue en Alemania, en la ciudad de Dresde. Un enorme reto para una joven que nunca había salido del país, y que, por primera vez, iba a vivir sola. “Pero cuando me fui a Alemania, yo ya estaba vieja, tenía 26 años”, dice Lina Paola, con la certeza de alguien a quien la vida le ha rendido mucho. 

“La pasantía en Alemania ha sido una de las épocas más felices de mi vida”, dice Lina. “Aprendí otra forma de pensar y otra forma de vivir; y asumí el reto de defenderme en otro país”.  Iba asustada, dice, pero pronto entendió que en el extranjero valoran mucho el talento y la recursividad de los colombianos. “Allá me di cuenta de que yo también era tesa, que no era ninguna boba”.

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Tan tesa que, con solo 36 años, Lina Paola Higuita es ahora la Coordinadora de Investigación de la empresa Andercol. Cuando surgió la convocatoria de esta empresa para su planta de investigadores, Lina era docente en el ITM. “Fue una decisión difícil, porque yo estaba en mi zona de confort. Son ritmos diferentes, ni el uno es bueno ni el otro es malo”.  

Ahora, cinco años después, Lina Paola no se arrepiente de haber tomado la decisión: “Andercol me ha dado la oportunidad de desarrollarme tanto a nivel personal como profesional. Miro con el retrovisor, y solo tengo aprendizaje, crecimiento, conocimiento. Y gratitud hacia las personas que me enseñaron, y hacia las que se permiten aprender de lo poquito que yo les pueda enseñar”.

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