No importa donde vivas, qué tan atareada o estresante sea tu vida o qué tan interesado estés por lo que te rodea, todos en el mundo vivimos bajo la mirada y la influencia de las aves. Tal vez no nos damos cuenta, pero ellas están allí. Nos miran, nos analizan y hasta se dan el gusto de elegir a quién hechizar.
Lea también: Las aves endémicas de Colombia
No sé si lo saben, pero los seres humanos aparecimos en este mundo durante el paleolítico, es decir, unos 2,5 millones de años atrás. Sin embargo, cuando ello ocurrió, ya las aves disfrutaban y venían surcando libremente los cielos por más de 120 millones de años, logrando esquivar la extinción durante el Mesozoico. Si hacemos una rápida comparación, las aves llevan cincuenta veces más tiempo de lo que llevamos nosotros de visita por aquí. Considerando lo anterior y sin pecar de extravagante, creo que estos maravillosos seres alados merecen que cada ser humano dedique al menos un pequeño espacio de su vida a honrarlos con su respeto y contemplación.
Una muestra de lo genial que resulta observar y estudiar estas joyas es comprender cómo la anatomía de las aves ha sido fuente de inspiración para innovadores, bien fuera en la época prehistórica, para los aborígenes, para Leonardo Da Vinci, unos siglos atrás, o para Eiji Nakatsu, en la época moderna. Todos ellos copiaron sus formas para contribuir al desarrollo de importantes inventos como la lanza, el avión o el tren bala, respectivamente.
Cohabitar en un determinado ecosistema con aves fue fundamental para que el hombre aprendiese a pescar. Observando una garza, logró imitarla creando las lanzas. Mientras el cuello está representado en el bastón de madera, el pico se constituye en la hoja afilada o puntiaguda que remata el extremo.
Por otro lado, Leonardo se concentró en la anatomía específica de las alas y su fuerza de sustentación; y Nakatsu, reconocido ingeniero japonés, aprovechó su afición de eximio pajarero, para analizar al martín pescador, las lechuzas y los pingüinos. Su capacidad de entendimiento le permitió extraer del martín pescador ideas basadas en la forma general de su cuerpo y la eficiente técnica durante sus zambullidas. De la lechuza, la estructura de algunas de sus plumas; y del pingüino, la de su abdomen. La suma de la observación detallada de estas tres aves resultó en la optimización del tren tradicional japonés, convirtiéndolo en el más veloz del mundo, llevándolo a alcanzar, de forma confortable y segura, velocidades mayores a los 320 km/hora.
Al igual que los anteriores ejemplos fundamentados en las aves, los misiles de alta precisión se inspiraron en la velocidad y habilidad del halcón peregrino; y artefactos técnicos y de alta ingeniería como las cajas negras de los aviones, resistentes a cualquier golpe, se basaron en el estudio de la cabeza de los carpinteros. Entender cómo esta se mantiene intacta ante contactos violentos contra superficies muy duras, debido a la relación del líquido cefalorraquídeo, sus músculos y el hioides (hueso flotante) que amortiguan la vibración de cada golpe, fueron la clave para este útil desarrollo.
Elementos tan simples, pero altamente fundamentales para nuestra salud, tuvieron también su origen en las aves, pues fue una pluma biselada atada a una vejiga de un mamífero en su extremo opuesto la que dio origen a las jeringas, de la misma forma como contribuyeron el aguijón de las abejas, y el pico y lengua de un colibrí para el desarrollo de sus diferentes tipos de agujas.
Al igual que las partes y las formas de las aves, la observación de su comportamiento también ha permitido adelantos tecnológicos ultramodernos como los drones, basados en el vuelo de largo alcance y admirable optimización de energía exhibida por el albatros. Igualmente sucedió con el concepto del GPS, inspirado en las habilidades de las aves migratorias y su capacidad de ubicarse según la posición del sol y los campos magnéticos de la tierra, y en la recordación de rutas y fenómenos climatológicos o geográficos, producto de la información acumulada y registrada durante migraciones anteriores.
La observación del vuelo en formación de los patos o pelícanos revolucionó la técnica y el rendimiento de equipos de ciclismo profesionales y otros deportes sobre ruedas, especialmente en competencias contrarreloj por equipos, disputadas en velódromos, o en pruebas de ruta de alto desempeño, ayudándoles a optimizar su velocidad y energía, especialmente en etapas planas con la presencia de vientos en dirección contraria. Sus cascos también fueron optimizados tomando como ejemplo la posición aerodinámica de la cabeza de las aves rapaces al momento de descolgarse con la intención de sorprender a sus presas.
Le puede interesar: Lo mejor de pajarear
Adicional a los anteriores ejemplos, otras herramientas aún empleadas por el hombre fueron desarrolladas como producto de la observación de los picos de las aves. Las rapaces, los carpinteros, los semilleros o espigueros, los patos, los tucanes y los atrapamoscas dieron forma y utilidad a las tenazas, el cincel empleado con el martillo, el triturador de grano, los filtros de agua, el termostato o radiador natural y las pinzas de precisión.
Lo que aún tenemos por aprender de la anatomía y comportamiento de las aves es infinito. A pesar de los grandes avances tecnológicos, la limitante sigue estando en nuestra propia mente. Esperamos que este artículo depierte tu interés para observar cada una de las especies que encuentres más detalladamente cuando las tengas cerca. Hacer asociaciones no solo es un magnífico juego y pasatiempo, puede también ser la solución para facilitar o hacer más eficiente algunas de las tareas diarias y, por qué no, constituirse con un poco de creatividad en la base de una gran innovación futura, como lo demuestra la experiencia.
*Fotografías e ilustraciones elaboradas por Carlos Iván Restrepo J.
Por: Carlos Iván Restrepo J – Pajarero y fotógrafo aficionado
Vivir con las aves es un espacio de la Sociedad Antioqueña de Ornitología -SAO-, una organización sin ánimo de lucro, que promueve el conocimiento, la divulgación, la investigación y la conservación de las aves de Colombia y el mundo.