“Todo período de la vida tiene su propio sentido, su propio quehacer. Encontrarlos y lanzarse a ellos es uno de los más importantes problemas de la vida”
Erich Stern.
Así como los seres vivos, las instituciones y las empresas tienen una historia. Hablamos de biografía cuando relatamos procesos de cambio y desarrollo del ser humano. No podemos escribir la biografía de un perro o de un delfín: su comportamiento es instintivo y responde a leyes propias de la especie. Pero el ser humano tiene un proceso biográfico, un destino individual. Este proceso ha sido estudiado por diferentes tradiciones y culturas. Los antiguos chinos observaron procesos de cambio cada 7 años para las mujeres y cada 8 años para los hombres. Los griegos adoptaron la división de 10 fases de 7 años. Los romanos hablaron de ‘pueritia’ entre los 0 y los 15 años y de ‘adolescentia’ entre los 15 y los 25. La antroposofía plantea el ciclo septenial como guía para la comprensión del desarrollo evolutivo del hombre. Cada 7 años la onda de la vida se detiene frente a un punto crítico: algo muere y algo se renueva.
Las instituciones tienen una historia con procesos de cambio y desarrollo que tienen ciclos propios. Cambio significa que no hay nada estático, que todo se mueve en la corriente del tiempo. Crecimiento es cambio sistemático: determinados aspectos ganan en cantidad o cualidad. Desarrollo es un crecimiento en el cual aparecen cambios estructurales en determinados aspectos.
El desarrollo es fundamentalmente orgánico y tiende hacia una finalidad. Crecer, alcanzar el equilibrio y desfallecer son las fases del proceso biológico. Los procesos anímicos y de relación se mueven en la polaridad extraversión- intraversión. Y los procesos espirituales se mueven en la polaridad entre creatividad y sabiduría.
Asisto asombrado al proceso de crecimiento y transformación de este medio de comunicación sectorial y gratuito que tiene una vocación cultural y de servicio a la comunidad. El 8 de Noviembre de 1990 salía a la luz el primer ejemplar de VIVIR EN EL POBLADO, periódico gestado en la mente y el corazón de Julio César Posada Aristizábal, periodista de la U.P.B. En esta edición # 450, VIVIR EN EL POBLADO alcanza la mayoría de edad y observamos: un crecimiento físico en su nuevo formato; un crecimiento relacional: su alma se transforma continuamente. Y finalmente una nueva identidad: cada vez es más contundente su vocación por el arte, su papel transformador de la ciudad, su aporte a la solución de conflictos y su gusto por el entretenimiento y el bien-vivir.
Destaco tres ciclos septeniales en el proceso histórico del periódico que van más allá del azar: a los 7 años, empieza la era digital: [email protected]. y entra el color en todas sus páginas. A los 14 aparece una obra de arte como portada: se reafirma la visión artística con el sacrificio comercial de la primera página. A los 21 asistimos a una mayoría de edad llena de sorpresas, entre otras, la frecuencia semanal y el nuevo formato. Se consolida el camino de un PERIODISMO ÚTIL PARA VIVIR BIEN. ¡Felicitaciones y larga vida a VIVIR EN EL POBLADO!
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