| Excelente que finalmente hayan quedado atrás las elecciones. Al fin podremos pensar en otras cosas y seguir adelante con nuestras vidas y la vida de la ciudad. Supuestamente ahora podremos analizar las cosas con mayor calma, lejos de las presiones electorales, las promesas facilistas y los cretinos ataques entre candidatos. El actual Alcalde, a pesar de que ganó con cierta holgura, no la tendrá nada fácil. Le tocará mucho más difícil que a Fajardo, pues algunos problemas críticos des la ciudad se han multiplicado en estos cuatro últimos años. Cuando uno piensa que el parque automotor se ha duplicado y el de motos triplicado; o que las fuentes de empleo generadas en industrias orientadas a la exportación se reducen continuamente por cortesía de la pertinaz revaluación; o si se tiene en cuenta que el actual período de vacas gordas podría no durar varios años más, los cargos de alcaldes y secretarios, así como las curules de concejales, se vuelven especialmente complejos. Decisiones que antes, cuando había más espacio y menos gente y menos vehículos, eran razonablemente fáciles de aplicar, hoy se van volviendo mucho más complicadas. Cualquiera de ellas afectará a mucha más gente y provocará probablemente estridentes reacciones y protestas. Corresponde a la Administración Municipal y al Concejo tomar posiciones claras y valientes -y no de agüitas tibias como ha sido frecuente- sobre temas como: • Vehículos versus peatones: ¿Invertir en vías más anchas o en mejores aceras? ¿Desestimular de algún modo más efectivo el automóvil particular? ¿Castigar el mal uso de pasos peatonales tanto de transeúntes como de vehículos? • Motos versus vehículos: ¿Dejar crecer la cantidad de motos sin ningún tipo de freno? ¿Ser más y más estrictos con los motociclistas o tolerantes para evitar protestas? ¿Permitir o prohibir el transporte de niños pequeños en motos, normalmente llevados en brazos de su madre que va como parrillera? • ¿Control a buses y camiones ultra-contaminantes? ¿Permitir, como ocurre hoy, que estos vehículos circulen sin Dios ni ley, o exigir algo de limpieza, aún teniendo en cuenta la conocida mala calidad del diesel? • Cemento versus zonas verdes: ¿Volver de alguna manera públicas algunas enormes zonas verdes privadas? ¿Mantener estrictas las normas del POT? En fin, la lista sería interminable. Lo realmente importante es que el Alcalde y su equipo tengan una visión clara de la ciudad que quieren y que estén dispuestos a tomar y mantener decisiones a primera vista impopulares. Que sean capaces de romover medidas de control que poco se han usado hasta ahora pero que podrían ser indispensables para mantener el orden y la disciplina por parte de una ciudadanía que podría perder fácilmente la paciencia. Y claro, que sepan manejar un Concejo cuya inclinación seguramente no será hacerle fácil la vida al Alcalde, ni mucho menos respaldar medidas que podrían incomodar a sus electores futuros. [email protected] | |