Es una incógina la Medellín de la pospandemia a la que habrá que acostumbrarse. Lo seguro es que la nueva realidad obligará a adaptarse a nuevas formas de ser y estar.
Por supervivencia.
Una pregunta recurrente del presente es ¿cuándo volverá todo a la normalidad? Y no hay respuesta para ello, pues aunque en Europa y Asia la vida está retomando sus dinámicas, en América apenas se está atravesando el pico de una pandemia que llegó a desestructurar las rutinas y convenciones.
En algún momento vamos a regresar al exterior. Pero ¿la ciudad está preparada? Diana Catalina Álvarez, coordinadora de la Maestría en Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la UPB, responde que sí, porque cuenta con elementos suficientes desde la arquitectura, el urbanismo y el diseño de interiores.
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Señala Álvarez que, incluso desde el diseño gráfico, en la ciudad se cuenta con la habilidad para señalizar y de esta manera, tener protocolos y estatutos establecidos, entre ellos las marcas de distanciamiento.
Con respecto a espacios como el parque Lleras o el principal de El Poblado, Ciudad del Río, el parque Inflexión o la UVA Ilusión Verde, la profesional explica que la transformación social que se está viviendo se evidenciará en el mobiliario urbano. “Ya no serán bancas para que se sienten dos, uno al lado del otro, sino que serán sillas individuales, puestas a no menos de dos metros de distancia, así como dispensadores de tapabocas”. Aparecerán y desaparecerán tantos lugares como necesiten ser adaptados, analiza.
“Hay gente que vive más hacia la calle, más hacia el encuentro con otras personas, no es capaz de permanecer consigo misma o con las mismas personas, y ahí se dan muchos de los abusos por tratar de tener una vida que ya no podemos tener” Diana Catalina Álvarez, coordinadora de la Maestría en Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la UPB.
Espacios de ciudad ¿Cómo delimitar?
El Metro aprovechó la coyuntura para señalizar el interior de sus vagones. Pero no solo eso. “Generó empleo para gente del sector de la cultura que está tan lastimada con todo esto”, manifiesta Diana Catalina, y agrega que una de las ventajas de esta sociedad es la capacidad de inventar maneras de señalizar los lugares.
“Hay muchas posibilidades desde el urbanismo, existen mapas coreográficos donde se pueden identificar los sitios que se ocupan y cómo se distribuye la gente en ellos”, dice la experta.
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En el caso del parque Lleras o en los demás de que dispone El Poblado se crea la oportunidad de unificar conceptos y hacer una propuesta de valor. “Yo en eso confío mucho, se desplegaría muchísima creatividad y así se sabrá cuáles son los lugares a los que seguiremos asistiendo y en qué proporción pueden ser ocupados”.
Distanciamiento al aire libre en San Francisco, CALIFORNIA
Desde mayo, los parques de San Francisco, al norte de California en Estados Unidos, están delimitados con círculos, cada uno con un diámetro de tres metros y a dos metros y medio de distancia entre ellos.
Las reglas son básicas, los usuarios pueden elegir la circunferencia que deseen y están en libertad de acción, siempre y cuando no entren en contacto con personas de otros círculos. Conversar, tomar el sol, hacer ejercicios de estiramiento o yoga, leer, todo lo que no implique contacto, es bienvenido.
Ejemplo de otros territorios
Las sociedades europeas han podido seguir de alguna manera su normalidad, opina la docente, porque han tenido que acometer cambios menos estructurales.
En su manera de relacionarse, explica, son sociedades que cumplen con dos condiciones que en Colombia y en Medellín no se tienen: son sociedades igualitarias y que cumplen las normas no porque las vigilan sino porque así fueron educadas; además, tienen pocas densidades poblacionales.
“Ahí radica la preocupación más grande”, expresa la docente, “en cuánto caso hace la gente. “Lo que nos ha mostrado esta pandemia es que más que una nueva ciudad, necesitamos nuevos ciudadanos”.
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Según expresa, todos los ciudadanos tienen una concepción diferente de lo que se está viviendo en esta pandemia. Hay unos que creen que lo que atravesamos es una gripa; otros, hasta tienen miedo de las personas con quienes viven en su hogar, y los más aterrados creen que se trata de una conspiración internacional.
Esto deriva, además por el bombardeo de información, a veces un poco ambigua, en que si bien algunos quieren mantener ese distanciamiento, otros se acerquen y no respeten normas de bioseguridad.
¿Cómo proceder?
Como urbanista, la docente de UPB opina que es necesario actuar en el campo informativo y no tanto en el restrictivo. “Con educación suficiente, yo estoy segura de que si los encuentros son en la calle y no clandestinamente como fiestas o al escondido, los controles pueden ser mayores”.
Propuesta de APP
Daniel Madrigal, de la Agencia para la Gestión del Paisaje, APP, le contó a Vivir en El Poblado que la disposición de espacios en Medellín para la pospandemia es un plan que se está evaluando. “Hay varias propuestas. Y proyectos pilotos que se van a realizar”. No obstante, expresó Daniel, aún no se define cómo sería la reapertura.