Elogio de la geometría
/ Jorge Vega Bravo
Desde niño sentí fascinación por la geometría. La veía como una parte de las matemáticas que nos permite ver con imágenes, lo que en álgebra o cálculo es abstracto. Luego observé elementos geométricos por doquier en la naturaleza y en el universo. Fueron los antiguos caldeos quienes empezaron a relacionar los movimientos planetarios con formas geométricas y a conectar lo que se mueve en el cosmos con lo que sucede en la tierra. La antigua geometría se empezó a expresar en la construcción de templos y en las pirámides de Egipto. Todos los sacerdotes, sabios e iniciados en los misterios antiguos estudiaban geometría. En los misterios de Delfos no se podía entrar al templo sin saber geometría.
Fue Euclides, filósofo y matemático griego (aprox. 325-265 a.C), quien reunió en su obra Los Elementos todo el saber geométrico antiguo y lo difundió públicamente. A su escuela le debemos los teoremas básicos de la geometría que se mantuvieron inalterados hasta el siglo 19. “La geometría Euclidiana ha contribuido por más de 2000 años a fortalecer las fuerzas del pensar”. (Georg Unger).
Los monjes medievales estudiaban la Biblia, la filosofía griega y la geometría de Euclides. La geometría estuvo presente en la formación de todos los estudiosos hasta que la modernidad separó las esferas del saber. Para Ken Wilber el drama de la cultura posmoderna está en la separación entre filosofía, arte, ciencia y religión. En la geometría vive un poderoso elemento educativo que nos ayuda a estructurar el pensamiento y nos permite entrar en contacto con realidades no perceptibles por los sentidos corrientes.
Hay cinco grandes momentos en la evolución del pensamiento geométrico:
1. La geometría sagrada, ligada a la astronomía, a la observación de la naturaleza y a la arquitectura de los templos. 2. La geometría euclidiana. 3. El descubrimiento de la perspectiva en el Renacimiento. 4. La geometría proyectiva: entre los siglos 17 y 19 se descubrió que el espacio tiene una estructura doble. Cada formación espacial tiene una complementaria. R. Steiner los nombró Espacio y Contraespacio. Punto, recta y plano ahora tienen una función a distancia. 5. La geometría de las metamorfosis en los seres vivos: plantas, animales y humanos.
La geometría proyectiva se usa en la formación de los profesionales de la salud para desarrollar el pensamiento complementario. ¿Cómo se puede entender algo a partir de lo opuesto? ¿Qué vive detrás del lenguaje sintomático de la enfermedad? Los opuestos se pertenecen y a través de la geometría puedo llegar a comprenderlos. Todas las enfermedades humanas están relacionadas con una pérdida de la integridad. Sólo si observo la totalidad puedo comprender la desarmonía de una parte. Asistí a un entrenamiento de posgrado en medicina antroposófica en Lima y recibí durante siete días clases de geometría proyectiva con el astrónomo y matemático alemán Georg Glöckler. Mi manera de pensar y de ver el mundo se amplificó con los ejercicios realizados.
La geometría ha acompañado los cambios evolutivos de la conciencia humana. El joven Steiner lo expresaba así: “Mediante la moderna geometría proyectiva (…) se presentó ante mi alma la visión de que una línea que se alarga por el lado derecho hacia el infinito tiene que llegar por el lado izquierdo a su punto de partida (…) Y esto lo percibí como una revelación (…) percibí que el espacio vacío puede ser captado conceptualmente”.
También me encanta la aritmética y asisto con gran alegría al próximo aniversario de Vivir en el Poblado, que en la próxima edición cumple 23 años y llega a su 500.
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