140 años han transcurrido desde el día en el que el Museo de Antioquia abrió sus puertas y comenzó un camino que lo convirtió en una de las instituciones culturales más importantes de la región. Para celebrarlo, las personas podrán entrar de forma gratuita y hacer recorridos guiados por las salas y mediante los cuales podrán conocer más sobre las obras y sus artistas, entre ellas, “Escena con Jinete”, un mural que fue trasladado hasta aquí después de un proceso largo de restauración y logística.
Cuenta la historia que el museo fue fundado en 1881 con el nombre de Museo y Biblioteca de Zea, en honor a Francisco Antonio Zea, un hombre que participó en la Independencia. El 20 de julio de 1882 se realizó la apertura oficial. Manuel Uribe Angel, médico y geógrafo, pronunció un discurso en el que destacó el carácter educativo y pedagógico de este lugar. A partir de 1936 y hasta 1943 el museo permaneció cerrado hasta que la Sociedad de Mejoras Públicas inició una campaña para fortalecerlo. Se abrió el 28 de mayo de 1944, y en 1946 se creó la Sociedad Protectora del Museo, con 345 socios.
Arte, educación y directoras
Entre 1950 y 1984 se especializó en el campo artístico. Al revisar su historia, se nota la presencia de varias mujeres en su dirección: Débora Arango, Emma Mejía, Carmen Salazar, Teresita Mejía, son algunas de ellas. En 1977 se cambió el nombre de Museo de Zea a Museo de Arte de Medellín Francisco Antonio Zea. Posteriormente se propuso que se llamara Museo de Antioquia para darle más identidad y manifestar su compromiso con la región.
A partir de 1993 y bajo la dirección de Lucrecia Piedrahita, el museo fortaleció su capacidad educativa. En 1997, y bajo la jefatura de Pilar Velilla se concentró en la sede nueva, en el Palacio Municipal, y en la donación de Botero. El 15 de octubre se abrió la sede nueva del museo y casi un año después, se inauguró la Plaza de las Esculturas Fernando Botero. En el 2016, Maria del Rosario Escobar fue nombrada como nueva directora y desde entonces se ha caracterizado por un liderazgo que ha acercado el museo a la ciudad y ha puesto a conversar las salas entre ellas, es decir, ha creado armonía y unidad entre las obras existentes, aunque sean de artistas variados y con escuelas diversas.
“Escena con jinete”: un regalo para la ciudad
Además del ingreso libre y un concierto en el Teatro Metropolitano, el Museo de Antioquia celebra su aniversario con la exhibición de “Escena con jinete”, un mural de Fernando Botero que fue trasladado desde el Centro Comercial Nueva York hasta una de sus salas, el pasado 15 de agosto. Gracias al apoyo de Comfama, Argos, el ministerio de Cultura, esta obra fue movida y restaurada para que la gente de la ciudad pueda apreciarla.
De acuerdo con Maria del Rosario Escobar, su directora, “esta obra es de una belleza y una rareza única. Representa el cierre de un ciclo: su permanencia en Medellín y en Colombia. Después de pintarlo, él salió de la ciudad y el país y comienza un periplo que lo lleva a su reconocimiento.
Al mismo tiempo presenta un estilo que él estaba cultivando y que se suma a una tradición del paisaje y la representación pictórica latinoamericana y colombiana. Es la representación de un hombre a caballo con todo lo que eso significa en la tradición de la historia del arte y una escena un poco confusa y también metafórica de un relato épico.
Por esta temática y dimensiones, esta pintura cumple la función de tejer los pisos del museo del siglo XX con la donación Botero, también. Junto a los murales que el maestro Pedro Nel Gómez pintó, se suma a tejer estos relatos, y empieza a representar una manera redonda y ajustada de todo aquello que el museo ha estado trabajando durante estos 140 años de trabajo por el arte colombiano”.
La sala donde está este mural se abre hoy al público y es un ejemplo de la capacidad del Museo de Antioquia de dar un significado nuevo y atemporal a sus obras.