Empecemos por definir el Oriente Antioqueño Cercano (OAC) como el área comprendida entre el Alto de Las Palmas, El Retiro, La Ceja, Rionegro, Marinilla y Guarne. Limita con los cerros orientales de Medellín e incluye aeropuerto, embalse de La Fe y Valle de San Nicolás. Es el área de influencia inmediata de Medellín. El crecimiento que está teniendo es dramático en todo, menos en vías.
¿Sabe usted cuántas vías han hecho en el OAC en los últimos 10-15 años? Casi nada. Sí, algunos Km de doble calzada en la Autopista Medellín-Bogotá. Y aunque no están dentro del OAC, seamos generosos e incluyamos los 16 Km de doble calzada entre San Diego e Indiana.
¿Sabe usted cuántas vías hay proyectadas para los próximos años? Ninguna. ¿Y sabe usted que le va a pasar al OAC si no se construyen pronto las doble-calzadas que necesita? Que va a repetir la experiencia de El Poblado: frecuentes colapsos viales, mayor gasto en tiempo, gasolina, menor competitividad, más accidentes, etcétera.
Bueno, está bien… sí está proyectada una: el Túnel de Oriente. Toda la inversión en vías en el OAC estará detenida mientras se construye el túnel, que en sus primeros años NO tendrá doble calzada.
Supongamos que el OAC es una familia antioqueña de clase media. Hace unos años se reunieron en consejo familiar para definir qué carro comprar, buscando conveniencia para todos y optimización de los limitados ingresos familiares.
Alguien invitó a un asesor, que con floridos argumentos convenció a la familia de que debían comprar un Lamborghini. Y comprarlo ya.
Y efectivamente, pusieron la orden por el Lamborghini más costoso posible. ¡Qué orgullo! Se felicitaban y decían que con semejante vehículo iban a llegar 12 minutos más rápido al aeropuerto. Y también, por qué no, 12 minutos más rápido a Bogotá.
A la familia le encantó. ¡Claro, eso era lo que necesitaban! Y pusieron en el Lamborghini todos los ahorros actuales y parte de los futuros.
De la fábrica respondieron que con mucho gusto les darían el vehículo soñado, pero que por favor aguantaran un poco porque tocaba antes resolver unos problemitas ambientales de última hora, y que por allá en 2019 estaría listo.
También dijeron que la plata que había prometido la familia no iba a ser suficiente para ponerle al Lamborghini los cuatro puestos, por lo tanto en 2019 apenas le iban a instalar dos puestos. Pero que tranquilos, que tal vez en 2023 o 2025, cuando la familia recogiera y enviara más ahorros, le ponían los otros dos.
A la familia le pareció un poco incómodo, pero qué orgullo tener un Lamborghini, así fuera incompleto. Aunque luego de esperar como seis años tocara ir de a dos al aeropuerto. Aunque tocara meterle toda la plata disponible y mucha más.
Algunos miembros de la familia empezaron a comentar que muy bueno el Lamborghini, pero… caramba, si cuesta tanto, si se demora tanto, si va a estar incompleto, si tenemos tantas otras necesidades, ¿no sería mejor pensar en otros carritos?
Como por ejemplo, en comprarle a cada miembro de la familia el carro que quisiera (Renault, Chevrolet, Ford, Hyundai, Kia, Mazda…), con entrega en 2015 y con los cuatro puestos desde el principio. Y todavía quedaría sobrando mucha plata para gastarla en lo que quisieran.
En fin, todavía podríamos cambiar el final de la historia. Dobles calzadas entre Indiana y Rionegro; entre Indiana y Sajonia. ¡Mucho mayor impacto y por una fracción de lo que terminaremos pagando por incompleto y cojo túnel!
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