¿Qué tanto respetan las autoridades a la población que gobiernan y que los eligió? Puede haber varias maneras de determinarlo pero hay una infalible: la calidad de las aceras que construyen y mantienen.
Si las aceras son estrechas, llenas de obstáculos, interrumpidas, no lo dude: han pasado por el gobierno municipal funcionarios que nunca comprendieron la incidencia de las buenas aceras en la calidad de vida de los habitantes.
En El Poblado, todos sabemos, hablar de aceras malas es descubrir el agua tibia. Cuando hicieron lomas y transversales nadie pensó en ese pequeño detalle. Empezar a reparar ese olvido ha costado décadas y enormes cantidades de dinero. Muchísimo más del que “ahorraron”. Sin tener en cuenta los problemas diarios de peatones y habitantes.
Justo es reconocer que en las dos alcaldías anteriores, y especialmente en la más reciente, han empezado a construir aceras decentes. Anchas, continuas, pensando en el peatón y su comodidad. Aceras que invitan a salir y dejar el carro estacionado. Que sí motivan a una madre a pasear a su bebé en coche y no quedarse encerrados en su “unidad”.
Como ya tenemos algunas aceras buenas, se notan más las malas. Y las pésimas, que son un atentado diario contra habitantes, contribuyentes y votantes.
Ejemplos claros, Los Balsos arriba de la Superior. O Los González, entre la Avenida y la Inferior: aceras estrechitas, llenas de huecos y obstáculos, con cero mantenimiento. Y de la manera más insultante, todos los postes de energía y alumbrado están sembrados justo en la mitad de las aceritas. Para pasar hay que bajarse a la calle.
Señores de EPM, ¿qué estaban pensando ustedes (Ok, sus antecesores) cuando hicieron instalar esos postes? ¿Con qué cara le entregaron a la comunidad esas tristes aceras, en las que además hay que esquivar los casi invisibles cables de tensión de los postes?
Señores de Espacio Público, ¿no es claramente ilegal atravesar este tipo de estructuras en la mitad de una acera, peor aún si es tan estrecha? ¿Acaso tiene EPM un derecho especial para hacerlo? ¿Quieren o pueden ustedes impedirlo?
Y no hablamos solo del pasado remoto. Esto ocurre aún en 2012, en plena alcaldía de Gaviria y gerencia EPM de Calle.
Favor mirar la acera en la loma de El Tesoro que conecta con Las Palmas, un poco abajo de las Santas Marías, subiendo a mano izquierda. Desde hace cuatro meses atravesaron en toda la mitad de la acera una tubería de unos 30 centímetros de altura, con candado y todo, que podría ser la llegada de agua a un futuro hidrante para los bomberos. De día se ve. De noche, imposible. Las preguntas son obvias:
Si el tubo lo puso EPM, cómo pueden ser tan irrespetuosos del espacio público y del bienestar de la población? ¿Y cuándo piensan instalar el supuesto hidrante? Dr. Calle, ¿lo ha visto usted, tal vez yendo o viniendo del aeropuerto?
Si lo puso un contratista de EPM, ¿será posible que la interventoría lo haya recibido a satisfacción? ¿Podemos conocer detalles?
Si lo puso un particular para su uso privado, ¿cómo puede salirse con la suya por tanto tiempo? Peor aún, en una vía que usa “todo el mundo” todo el tiempo.
En cualquiera de los casos anteriores, ¿por qué no interviene la Alcaldía o su Subsecretaría de Espacio Público y se hace respetar?
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Cuida nuestras aceras
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