Crema de zanahoria sin lácteos

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Crema de zanahoria sin lácteos receta que nos comparte Paula Hoyos : “Una alimentación macrobiótica se centra en el individuo y sus necesidades. 

Crema de zanahoria sin lácteos

Ingredientes (para 4 raciones)

  • 650 gramos de zanahoria.
  • 600 gramos de cebolla de huevo blanca.
  • 4 cucharadas de germinados.
  • 4 cucharadas de semillas de girasol.
  • 4 cucharitas de miso (pasta de soya fermentada –preferiblemente orgánico–).
  • Pizca de sal marina (sin refinar).
  • Aceite extravirgen de ajonjolí prensado en frío.

Preparación

Lavar las semillas de girasol y secarlas. Colocar una sartén al fuego para que se caliente. Una vez esté caliente, agregar las semillas de girasol y remover constantemente. Las semillas irán cambiando su color y se pondrán doradas. Se podrá percibir un delicioso aroma a tostado. Reservar las semillas tostadas.

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Cortar la zanahoria en trozos grandes y homogéneos. La cebolla en medias lunas. Poner una olla en el fuego y dejar que se caliente un poco, agregar aceite de ajonjolí, la cantidad suficiente para que cubra con un ligero velo el fondo de la olla. Esperar unos segundos para que se caliente un poco y agregar las cebollas. Removerlas enérgicamente con una espátula para que se unten con el aceite y agregar una pizca de sal. Saltear a fuego alto por unos 2 minutos removiendo, bajar el fuego y tapar para que se cocinen en su jugo por 10 minutos. La sal saca el dulzor de las cebollas y las dora ligeramente. Destapar y agregar la zanahoria en trozos, agregar agua que cubra a ras o que sobrepase apenas las verduras (la cantidad de agua añadida hará que la preparación resulte más cremosa o más líquida). Cocinar en bajo y con tapa durante 30 minutos.

Destapar, retirar un poco del caldo de cocción, la cantidad suficiente para llenar media taza. Tomar el miso y agregarlo a este caldo, mezclar hasta diluir. Agregar de nuevo a la olla y dejar cocinar 5 minutos más sin que hierva (el miso pierde sus propiedades cuando hierve).

Colocar todo en una licuadora. Licuar hasta que quede sin trozos. En este momento se podrá ajustar la consistencia de la crema añadiendo más agua, si se prefiere menos cremosa. Servir la crema con los germinados y las semillas tostadas.

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