Rocío Rosero es una artesana del maíz. Durante más de 30 años se ha levantado a diario a trillar granos de maíz para ponerlos a remojar y, luego, elaborar tortillas (una especie de arepa en forma de canastilla) y carantantas.

Rocío es una de decenas de mujeres que se dedican a la elaboración de estos tradicionales amasijos en el corregimiento de Cajete, en Popayán, Cauca. Cuenta que aprendió a hacerlos de su madre, de su abuela, de su tatarabuela… Y hoy, junto a ella, sus hijos siguen la tradición.

Augusto es uno de ellos. A pesar de que estudió Artes Plásticas en la universidad, decidió seguir la tradición familiar de trabajar con el maíz: “no puedo estar desagradecido con lo que me ha dado de comer toda la vida”, dice; “además, nada de esto debería perderse, no podemos dejar que estas recetas queden en el olvido”.

Pero no ha dejado el arte de lado, con las cenizas que quedan de la madera con la que se prende el fuego para hacer la masa de maíz, hace esculturas que cuentan, también, el pasado de la zona en la que creció. Esta vez mostramos paso a paso la elaboración de las carantantas, un bocado frito, crujiente y delicioso.
