Los comerciantes del sector se unieron en esfuerzo conjuntos para entre todos apalancarse y lograr superar la crisis del sector del entretenimiento.
Caminé por Provenza en cuarentena. Un barrio vibrante, lleno de vida hoy está apagado. O, por lo menos eso es lo que se ve a la vista. Adentro, los locales siguen al cien. “No podíamos dejar que se convirtieran en bodegas”, me explicó Juanita Cobollo, representante de los comerciantes del sector ubicado en El Poblado.
“Fuimos los primeros en cerrar nuestras puertas, incluso antes del aislamiento preventivo obligatorio”, me recordó Cobollo. Y también quieren ser los primero en abrir. Por eso no han quedado quietos y entre todos los comerciantes han empezado a pensar en diferentes formas de hacerle frente a la crisis mundial.
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Provenza tiene bares, restaurantes, hoteles, moda y más. “Cada uno tiene algo para aportar“. De ese modo, hay una serie de acciones que se están llevando a cabo pensando en la continuidad de todos los negocios. “Por ahora, lo único que podemos hacer es pasarnos al modelo de domicilios“. Y todos saben que es duro, porque los ingresos no son los mismos, pero la idea es no rendirse.
Y pensado eso es que han implementado los cambios. Lo primero que hicieron fue abrir a precios especiales hoteles y hostales a los empleados del sector: “así no se exponen en el transporte público y llegan más rápido a sus lugares de trabajo”.
Con el apoyo de la diseñadora Mar Beltrán, que tiene su local en el barrio, se diseñaron uniformes para los domiciliarios pues la idea es que empleados que tengan su propio medio de transporte sean quienes hagan las entregas. “No queremos trabajar con aplicaciones de terceros porque no podemos garantizar la bioseguridad. Con nuestros propios domiciliarios los clientes estarán seguros“.
Además, otro de los hostales instaló un punto de desinfección para los domiciliarios, así, cada vez que hagan un pedido deben pasar por allí antes. Y también pensando en el bienestar de ellos, abrieron un local en el que podrán descansar entre pedidos.
En pocos días, Barrio Provenza lanzará su aplicación para pedidos. “Somos amigos, y entre amigos nos tenemos que colaborar. Si venían acá a comer y a tomar, ahora nosotros queremos ir hasta sus casas”. Con la campaña Lleva Provenza con Amor quieren entonces seguir estando en el corazón de los clientes.
“Vamos a salir adelante. Nuestra meta es que el 80 % de locales siga existiendo una vez pase toda esta contingencia”, concluye Cobollo. Y eso espero yo, porque quiero volver a caminar por ese lugar lleno de vida.
Por Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]