¿Cómo sería nuestra vida en esta tierra sin esta luna? Una reflexión para las nuevas generaciones.
Hola, hija, te escribo desde la luna. Cada noche, luego de amamantarte, siento despegar hacia allá. Luego, a medida que vas buceando hacia el sueño profundo, me surge el deseo de que en cambio deberíamos soñar con viajar al centro de nuestra tierra.
Por ahí dicen que venimos de las estrellas, que somos polvo de ellas; puro desecho cósmico. La luna es una gran esfera compuesta por montañas, valles, y mares, y aunque parece ser luminosa, es opaca, ausente de luz propia. Curiosamente siempre nos esconde el mismo lado de su cara.
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Musa de tantos, ha sido Diosa y Dios; se ha manifestado en numerosas expresiones mitológicas, en todas las artes y la música. Ha servido de faro de luz en cosechas nocturnas y hoy sigue alumbrando la vida en el océano; guía a crías marinas que empiezan a abrir camino hacia el mar. Cuando está llena, detona el desove de corales y, cuando está oscura, orquesta los destellos lumínicos del plancton; fenómenos oceánicos vitales para las emisiones de oxígeno que te permitirán poder seguir respirando en nuestro planeta.
¿Cómo sería nuestra vida en esta tierra sin esta luna? Además de conspirar las mareas, regula la duración de un día y las estaciones; es la fuerza estabilizadora de nuestro planeta, de nuestro clima.
Cuando estudies el origen de nuestra civilización, la encontrarás en pinturas rupestres y hasta en el criptoarte; mientras te escribo, este arte digital revoluciona los mercados del arte. En el criptoarte se encriptan y protegen obras de artes digitales con los “NFT”, en español, token no fungible, un tipo de token criptográfico que representa un activo digital único e irremplazable. Esto ha hecho posible que también se empiecen a comercializar trinos, “stickers”, GIFs, y gráficos en movimiento; un universo nuevo de posibilidades para los creativos. Seguro estudiarás las obras de “Beeple” el cripto artista más cotizado de estos tiempos.
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También imagino que, a medida que vayas creciendo, ir a esta luna será fácil, y desde ahí despegarán viajes al vecino planeta Marte. Crecerás adaptándote a un planeta contaminado, y a un espacio sideral hecho un basurero. Hoy, en pleno 2021, habitan miles de piezas de desechos, cohetes y satélites artificiales creados por nosotros los seres humanos. Toda esa basura causará desastres espaciales que generarán aún más desechos y contaminación en las comunicaciones digitales. Si ya vamos en la 6G, ¿cuánta contaminación digital habrá cuando la realidad aumentada sea la cotidianidad de tu vida?
En esta tierra, el reino fungi hará el trabajo de descomponer los desechos, pero desconocemos quién se encargará de hacerlo en el espacio. Te dejo el ejemplo del “Space Waste Lab”, el laboratorio de residuos espaciales del Studio Roosegaarde que propone visualizar, capturar y reciclar la basura galáctica.
Y aunque todo se acelere cada vez más, y nuestras sociedades desenfrenadas sigan intentando conquistar el espacio, confío en que tu sabiduría te guiará para –más bien– empujar hacia el centro de nuestra tierra.