Diez peloteros, entre ellos tres lanzadores, hacen parte de los planteles de los equipos de la MLB, una cifra récord. El boom colombiano tiene razones de peso.
No están los batazos llenos de gloria de Edgar Rentería, ni las apariciones All Star de Orlando Cabrera. Pero este 2019 ha marcado una era dorada de los beisbolistas colombianos en las Grandes Ligas, la más competitiva del béisbol profesional.
La aparición de Giovanny Urshela como un bateador estrella de los poderosos Yankees de Nueva York ha sido solo la punta de una temporada récord para los colombianos en la Gran Carpa. Diez peloteros, entre ellos tres lanzadores, hacen parte de los planteles de los equipos de la MLB, una cifra récord. Pero más allá de la decena, o de Urshela siendo un bombardero, el boom colombiano tiene razones de peso.
Los beisbolistas nacionales dejaron de ser producto del momento y comenzaron a ser resultado del proceso. Los scouts dejaron de extraer buenos peloteros para llevarse buenos prospectos. Joyas para pulir en el camino, con mucho sacrificio, en ligas menores de EE.UU. y otras intermedias de República Dominicana o Venezuela, con jugadores esperando su turno y no los dos minutos de gloria.
Urshela lleva cuatro años peleando entre ascensos y descensos de los primeros equipos, antes de consolidarse con sus 19 jonrones en los Yankees. O Jorge Alfaro, quien desde 2015 da vueltas por los equipos antes de ser receptor de los Marlins y su centenar de imparables en la temporada.
Colombia ya no es tierra solo de jugadores de posición (paracortos) y ya exporta jardineros, receptores, grandes jugadores con el guante, pero también rompe bates, como Harold Ramírez o el mismo Urshela.
Además, el jugador nacional ha cambiado su personalidad. Como el ciclista moderno o una gran parte de los futbolistas, ve el deporte como un medio y no como un fin. Sabe que la carrera es larga y que toda derrota trae un desquite. Y que los triunfos se labran con esfuerzo. De la decena de colombianos, siete han debido volver a ligas menores tras su debut. Un premio a los chicos, que no renunciaron a las primeras derrotas y prefirieron pelearla desde abajo y no irse a una esquina de su barrio.
El recuento de los colombianos tiene a Urshela (Yankees), Tayron Guerrero, Harold Ramírez y Alfaro (Marlins de Miami), Julio Teherán (Bravos de Atlanta), Meibrys Viloria (Reales de Kansas City), José Quintana (Cachorros de Chicago), Donovan Solano (Gigantes de San Francisco), Óscar Mercado (Indios de Cleveland) y Luis Escobar (ascendido en su momento por los Piratas de Pittsburgh).
Es hora de empezar a esperar por Nabil Crismatt, Luis Patiño, Carlos Martínez o por el regreso de Escobar o Dilson Herrera. La lista de colombianos va a seguir creciendo, siguiendo la estela del gran niño de Barranquilla, el ídolo Rentería.