No le está saliendo bien la vuelta con los medios, alcalde Daniel Quintero.
Hay cosas en la vida que ni se compran ni se venden. El cariño verdadero, el buen nombre, el periodismo independiente, por ejemplo.
¿Lo tienen claro todos los miembros de su equipo? ¿Lo tiene claro usted que es el jefe? Porque si lo que están haciendo algunos inmediatos colaboradores suyos, confundiendo información con propaganda, es a sus espaldas, grave. Pero si es con su conocimiento y consentimiento, regrave.
Sus asesores de comunicaciones, por si no se ha dado cuenta -lo cual también sería muy preocupante-, lo están dejando como un zapato frente a la opinión pública. Por lambonería o por indigestión de poder recién adquirido o por falta de conocimiento.
A propósito, ¿qué se hicieron tantas personas conocedoras de la ciudad, que con tan buena voluntad y desinterés le ayudaron a usted en el empalme? ¿Azucena Restrepo, Lina Vélez, Gonzalo Restrepo, Juan Luis Mejía, Fernando Ojalvo, por mencionar unos pocos? ¿Ya no le sirven ni de consulta? “Es un comité de empalme técnico que refleja lo que fue la campaña y lo que prometimos”, afirmó usted en su momento; parece que se le olvidó, lástima.
La experiencia no se improvisa, señor alcalde; en varios frentes de su gestión es evidente. Y es complemento perfecto de los nuevos aires que trae la juventud cuando asume las riendas).
Su familia es hermosa y muchos hemos sufrido y gozado, de corazón –y admirado su entereza y la de su esposa-, con la dura experiencia vivida con su niña menor. Pero de ahí a que usted o quienes lo rodean intenten usarla para posicionar su imagen o para acallar habladurías, hay un abismo. Los derechos de los niños van primero y si usted es buen papá –estoy segura de ello-, le basta con serlo. No tiene necesidad de pagar para que otros lo digan.
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Está bien que cuide y defienda a su equipo, alcalde. (Hay unos funcionarios excelentes). Sin dejar que lo perjudique en la labor para la que fue elegido, sin dejar que lo aísle de la comunidad que creyó en usted o que, aunque no hubiera creído, apoya su administración.
Es hora de que se quite los audífonos y oiga, de primera mano, lo que está diciendo la gente. Le conviene. Frente al tema de comunicaciones, al menos, créame, no está diciendo nada bueno. Sea cierto o no lo que se rumora –en las enemistades políticas cualquier bajeza es posible- usted tiene el deber y el derecho de conocerlo y enfrentarlo. La verdad se abre paso, haya o no, avisos de por medio. Entonces, ¿para qué tanto desgaste inútil?
Usted, alcalde, se ha estado luciendo en varios frentes -el manejo del coronavirus es un ejemplo-, pero en su relación con el periodismo profesional, honesto y claro, se ha rajado con honores. (Sé por qué se lo digo).
Debería hacer un pequeño paréntesis para darse un vueltón por lo que están haciendo quienes manejan su imagen. O por lo que cree usted que deben hacer quienes manejan su imagen. Y verá que no todas las críticas y llamados de atención son malintencionados. Al contrario, somos muchos los que no votamos por usted (ni por ninguno, en mi caso) los que queremos que le vaya bien. Y los que estamos convencidos de que no siempre aplica el dicho popular, por la plata baila el perro. En predios del periodismo independiente, jamás. Tenga la seguridad.
Todavía está a tiempo de ajustar algunas tuercas. ¡Pilas, alcalde!, que para esto que está pasando con el trueque yotepago-tupublicasloquequiero, que no tiene ninguna presentación, lavarse las manos es cuento chino.
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