En Elcielo Hospitality Group desde el miércoles 18 de marzo tomamos la decisión de cerrar todos nuestros restaurantes, inclusive para servicios a domicilios. Llegamos a esta determinación atendiendo las recomendaciones entregadas por los gobiernos de Colombia y de Estados Unidos, así como las suministradas por las autoridades locales de cada una de las ciudades donde tenemos restaurante, esto en relación al COVID-19 y los riesgos en la salud que este implica.
Atendiendo a los nuevos desafíos provenientes de la coyuntura generada a raíz del Covid-19 y la extensión de la cuarentena obligatoria en Colombia, tomamos la decisión la semana del 13 de abril de hacer el lanzamiento oficial de nuestra línea de domicilios y The Market (o productos congelados).
Tras analizar diferentes soluciones es una medida con la cual buscamos mantener la mayor cantidad de empleos de las personas que componen la familia de Elcielo Group, no cerrar para siempre las puertas de nuestros restaurantes y a su vez ayudar a los diferentes proveedores con los cuales la organización trabaja.
¿Cómo es posible que cientos de establecimientos comerciales puedan retomar labores y no los restaurantes que venimos trabajando hace meses en protocolos de bioseguridad?
El sector restaurantero, y siento que hablo en nombre de muchos colegas, atendió de manera respetuosa las medidas tomadas por el Gobierno Nacional y las alcaldías locales durante el inicio de la pandemia en nuestro país. Era el momento de cerrar nuestras puertas y aportar desde nuestra industria a la disminución en la propagación del virus. Entendimos que la atención y medidas inmediatas debían centrarse en el sector salud y todos aquellos sectores que fueran vitales para el bienestar de los colombianos.
Personalmente comprendí que lo más importante era atender esta emergencia unidos como país. Sin lucha de egos. Fortaleciendo los sistemas de salud y enfocados en no perder los abastecimientos de los mercados; dos puntos vitales para Colombia.
Por eso, las declaraciones para la reapertura de la vida productiva y comercial las recibimos con la ilusión propia de retomar nuestras labores, reactivar nuestros negocios en busca de salvar empleos, sostener los sueños de todas las personas que hacemos parte del sector restaurantero y sobre todo buscar preservar el sector que tan solo hace un par de años fue denominado como el ‘nuevo petróleo’ de Colombia, haciendo alusión al crecimiento del sector gastronómico y del turismo en nuestro país.
Las pérdidas, tras el cierre durante estos tres meses, rondarán los tres mil y cuatro mil millones de pesos
Tristemente, la ilusión se fue opacando con el paso del tiempo, más aún cuando muchos sectores comerciales reactivaron sus funciones, pero para los restaurantes siguen reinando la incertidumbre y la falta de información.
El día sin IVA fue quizás la gota que rebasó el vaso. Los videos fueron evidentes y las aglomeraciones, el incumplimiento de los protocolos de salubridad, así como la falta de cultura ciudadana quedaron al descubierto. ¿Cómo es posible que cientos de establecimientos comerciales puedan retomar labores y no los restaurantes que venimos trabajando hace meses en protocolos de bioseguridad?
Esta es tan solo una de las preguntas que estoy seguro rondaron, y siguen aún rondando, en la cabeza de todos aquellos que hacemos parte de la industria restaurantera en Colombia.
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Medellín, Cali y Bucaramanga son algunas de las ciudades donde estamos listos para iniciar con planes pilotos que nos permitan reabrir nuestras puertas. Algunas de las medidas acordadas son el distanciamiento de dos metros entre mesas, la ocupación del espacio público/calles para mayor ventilación, desinfección antes, durante y después de todos los comensales que nos visiten, así como la toma de temperatura.
Es indudable que el golpe para el sector en Colombia es y será muy duro. Nosotros calculamos que en nuestro caso particular las cifras en pérdidas a partir de las ventas, tras el cierre durante estos tres meses, rondarán los tres mil y cuatro mil millones de pesos.
Las autoridades locales y nacionales nos han escuchado, pero seguimos con más dudas que certezas. No tenemos una fecha clara para iniciar con los planes piloto de reapertura y mientras más tiempo pase más difícil será recuperarnos. Más de 30.000 restaurantes-bares han cerrado sus puertas de manera permanente y cerca de 1 millón de empleos se han perdido.
Esperamos pacientes nuestro momento, pero todo tiene un límite. Este es el momento para que el Gobierno Nacional, así como las alcaldías locales, nos escuchen y nos brinden soluciones inmediatas que nos ayuden a recuperarnos porque realmente todos estamos muy golpeados.
Reitero, el sector de la gastronomía y restauración en Colombia viene trabajando arduamente en protocolos y acciones de bioseguridad para reabrir sus puertas; tomando todas las precauciones necesarias para el bien de nuestros empleados y los comensales.
Pedimos, antes de que sea demasiado tarde para la industria que ¡Abramos ya!
Por: Juan Manuel Barrientos
Chef y empresario