El Jardín Botánico de Medellín, ese referente de ciudad que lleva 48 años protegiendo nuestra biodiversidad, está lanzando un llamado de auxilio.
La pandemia, con todas sus limitaciones, y la disminución en la contratación pública y privada, lo han puesto en una situación financiera difícil, que requiere del apoyo de toda la ciudadanía.
El Jardín Botánico es una fundación privada sin ánimo de lucro, que cuenta con 13.2 hectáreas protegidas.
El Jardín ha sido un escenario de encuentro ciudadano, un lugar predilecto por las entidades públicas y privadas para los eventos de ciudad, y un centro de investigación de la silvicultura del Valle de Aburrá.
Pero ahora, como lo expresó a Vivir en El Poblado su directora ejecutiva, Claudia Lucía García, están viviendo una difícil situación: “La pandemia nos afectó de una manera importante: estuvimos 3 meses cerrados, los grandes eventos de ciudad no se pudieron realizar, y, los que se hicieron, fueron en un formato muy reducido.
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Pero, además, vienen disminuyendo los contratos públicos y privados, particularmente los que tenemos con la alcaldía de Medellín. Eso hace que nos pongamos en una situación compleja financieramente”.
La directora del Jardín Botánico se refiere a los contratos de paisajismo urbano que, desde el año 2008, viene operando la entidad con las Secretarías de Infraestructura Física y de Medio Ambiente de la administración municipal. “Esta operación -dice- ha permitido que incrementemos en más del 20% las especies que están en Medellín. Eso es muy importante, pues atrae más aves y más insectos, lo que mejora sustancialmente los servicios ecosistémicos para una ciudad que tanto lo necesita”.
¿Y qué ocurre este año con los contratos de la Alcaldía?: “Nosotros entendemos que hay un contexto que no nos afectó solo a nosotros.
En el 2020 se disminuyeron esos contratos con la alcaldía de Medellín, y ahora, en el 2021, estábamos con la expectativa de tener una dinámica diferente, no solo con lo público sino con lo privado. Hemos tenido unas conversaciones con la alcaldía, pero debo ser muy sincera en decir que yo no tengo invitación formal por escrito para participar en ninguno de los contratos de estas secretarías”.
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En síntesis, el Jardín Botánico ha puesto al servicio de la ciudad sus 48 años de experiencia, y ahora espera que la ciudad lo retribuya.
La directora del Jardín Botánico espera no solo el apoyo del sector público, sino también del privado, y de la ciudadanía en general: “Nos toca salir a pedirle a la ciudad que nos rodee, que nos apoye… que nos contrate, finalmente”.
¿Cómo podemos ayudar al Jardín Botánico?
Hay muchas maneras de ayudar al Jardín Botánico: desde visitar sus instalaciones y respirar su aire puro, o programar un encuentro en uno de sus tres restaurantes, hasta comprar en el vivero y la tienda, inscribirse en los cursos de jardinería, o contratar un jardinero experto para mejorar el paisajismo de las empresas, las casas o las urbanizaciones.
A las empresas, la directora las invita a programar nuevamente sus eventos, ya que sus en sus espacios amplios y ventilados es fácil cumplir con todos los protocolos de bioseguridad.
Apoyar al Jardín, dice su directora, es también apoyar el tejido social: el 70 % de los visitantes pertenecen a los estratos 1,2 y 3; miles de personas que disfrutan gratuitamente de un espacio público de calidad.
Esto es posible gracias a que, desde el año 2006, la entidad ejecuta un contrato de compra de boletería con la alcaldía de Medellín, que cubre el 5% de la taquilla.
El otro 95% se cubre vía excedentes de los diferentes contratos que tienen con las entidades públicos y particulares.