Proyectos y ajedrez: estrategias para la vida

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“Estrategia es focalizarse en lo fundamental, lo esencial, lo trascendente, para innovar y transformar realidades.”

Es ingeniero civil especializado en Gerencia de Proyectos, una actividad casi desconocida cuando se fue a estudiar a Londres, entre el 87 y el 89. Algo que, dice, le cambió la vida.
A su regreso, y durante sus 35 años de vida profesional, Carlos Alberto Valencia Restrepo asesoró en la gerencia de más de 500 proyectos empresariales, y aprendió a aplicarlos en su vida cotidiana, con excelentes resultados, porque “todo en la vida se puede gerenciar como un proyecto, que no es otra cosa que un medio muy efectivo para lograr un objetivo”.

Entre los proyectos más importantes que ha gerenciado en su vida fue el que realizó cuando le diagnosticaron cáncer, en 2012. No aceptó ninguno de los tratamientos que le ofreció su médico convencional, y decidió curarse por sí mismo: convirtió su sanación en un proyecto, algo complejo, pero que en la práctica, consistía en “meditar, que es preparar cuerpo, mente y espíritu; visualizar o ‘ver’ con los ojos del alma el órgano lesionado; interactuar, ‘dialogar’ con la parte afectada para expresar perdón y amor; y sanar, activación mental para producir el alivio”. A los tres meses, el cáncer había desaparecido.

Después de esa experiencia de sanación, Carlos Alberto empezó a acompañar a otras personas con problemas de salud, a sanarse a ellas mismas. Les ayuda a elaborar su propio proyecto de sanación, de modo que cada una participe activamente en el proceso, como un complemento al tratamiento de su médico, sea este tradicional o alternativo.
Pero además de gerenciar sus proyectos propios y de ayudar con los ajenos, es un gomoso del ajedrez, que juega desde los cinco años. Aunque solo recientemente advirtió cómo se complementa con la Gerencia de Proyectos.

“El buen ajedrez fomenta la estrategia. Y la mejor Gerencia de Proyectos debe ser estratégica para ser exitosa”.

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Mirando retrospectivamente también, ha concluido que cuando practicaba tenis de mesa, en realidad jugaba ajedrez: “golpeaba la bola más con la cabeza que con la raqueta”.

Por: Emma Arcila E.

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