Sal gruesa, fina, de colores… Cada una tiene un uso diferente. ¿Sabe cuál?
¿Se ha dado cuenta de que en pandemia ha pasado más tiempo en la cocina? Durante la cuarentena, seguro, ha podido dedicarle más tiempo a la preparación de sus platos. Y claro, también hay tiempo para innovar, para pensar en el uso de nuevos ingredientes.
La sal, a pesar de no ser nuevo, ha dejado de ser simplemente blanca y refinada, para llenarse de color y tamaños distintos.
Desde Refisal, empresa que recientemente cambió su imagen, nos regalan un par de consejos para usar mejor este insumo.
La sal es el condimento más antiguo e importante en el mundo culinario porque acentúa los sabores, reduce la amargura e intensifica la dulzura en ciertos alimentos. Sin embargo, en el mercado existen múltiples variedades de sal, con unas propiedades muy particulares, que aplican para cierto tipo de preparaciones.
Lo primero que se debe identificar es su granulometría. Entre más grande el grano, el efecto de salar es más lento debido a que se requiere un mayor tiempo de cocción para desintegrar el grano. En la medida que los alimentos absorben la sal lentamente se conservan mejor los sabores y los jugos.
- Tamaño de cristal fino: su efecto de salar inmediato. Su uso es flexible y variado en la mesa y cocina.
- Tamaño de cristal intermedio: su efecto de salar toma de 10 a 20 minutos. Este tamaño de cristal conserva todos los jugos y el sabor, por lo que es ideal para preparaciones a la parrilla y asados.
- Tamaño de cristal grueso: su efecto de salar toma más de 30 minutos, ideal para preparaciones al horno. Si tiene el salero con tapa molino, puede usarse para finalizar platos con pequeños cristales brillantes y aportar una deliciosa sensación crocante.
Además, según el tipo de producto se recomienda su uso.
Refisal recomienda, por ejemplo, las sales light y de alta pureza para usos cotidianos. Lo mismo que la sal marina cuando está molida. Sin embargo, cuando son cristales de sal, pueden ser usados para decorar o en pasabocas pues aportan sabor y textura.
Si le gusta jugar, existen productos como la sal rosada del Himalaya, la negra de Hawaii o las escamas de Chipre. “Estas sales, al ser gourmet, se utilizan normalmente para darle terminaciones a las preparaciones, aportándole un roque sensorial. Pueden utilizarse para sazonar carnes, mariscos, verduras, sopas y en algunas oportunidades postres”, explican desde Refisal.
Finalmente, la sal parrillera, de grano medio aportan crocancia y penetran las fibras de la carne.