Por estos días de cuarentena, además de menos ruido en la ciudad y más calma en el diario vivir, hemos pasado más tiempo en casa, y lo más importante, hemos tenido tiempo para observar y para escuchar.
Es probable que muchos de ustedes se emocionen al ver algún pajarito, tomen fotos y hagan grabaciones de esos visitantes emplumados que nunca habían visto antes; muchas de estas llegan a la redacción de Vivir en el Poblado, y por ello me encantó la invitación del periódico para compartir con los lectores algunas de las especies de aves, que estoy casi seguro, están registrando como novedades para ustedes, pero que de no ser por el ritmo acelerado en el que siempre andamos, ya las hubieran visto.
La verdad es que son aves comunes y han sido nuestras vecinas desde siempre, sólo necesitamos un poco más de tiempo y calma para observar y escuchar la naturaleza.
- Cada día es más común encontrarnos con las escandalosas Guacharacas (Ortalis columbiana) en la ciudad. Estas gallináceas de gran tamaño, son netamente frugívoras e incluso visitan comederos de banano en algunas casas y balcones donde diariamente las alimentan. Puede que aún no hayas visto una guacharaca en tu barrio, pero casi que con seguridad, si las has escuchado, especialmente temprano en las mañanas.Escuchar aquí
Gavilán Caminero (Rupornis magnirostris). Vuela sigiloso, se percha por unos segundos en una rama mirando alrededor y buscando presas (lagartijas, ratones, ranas, insectos grandes, entre otros), y sigue su camino silenciosamente. Pero cuando a esta ave rapaz le da por cantar, no hay quien la pare. Con seguridad, al escuchar aquí su canto y llamado, vas a reconocerlo inmediatemente como uno de tus vecinos habituales.Escuchar aquí
vocalizaciones mientras están perchados en lo alto de la cornisa de un edificio. Escucha aquí
el privilegio, casi diario, de ver y escuchar alegres loras, guacamayas y periquitos por todos lados. Una de las especies más fáciles de reconocer por su canto es la Lora llamada Amazona ochrocephala. Esta especie canta un poquito menos estridente y más grave que las demás loritas que vuelan en parejas todas las tardes a lo largo del Valle de Aburrá regresando a sus dormideros. Escuchar aquí
localmente llamamos Mayo (Turdus ignobilis). Y lo llamamos así porque es precisamente durante ese mes del año, al inicio de su temporada reproductiva, que esta especie canta más notoriamente. Recuerdo una vez haber grabado uno de esto pájaros durante 45 minutos al amanecer antes de las 5 de la mañana en mi antigua casa en el barrio Simón Bolivar; aquí se las dejo.Escuchar aquí
14. Hay una especie que aunque es muy común de escuchar en la ciudad, casi nadie la
reconoce. Se trata del Papayero (Saltator striatipectus) que aunque es gordo y de buen tamaño (un poquito más grande que un azulejo), es más fácil detectarlo por su repetitivo e infatigable canto. Aquí se los dejo como tarea a ver si lo adicionan a la lista de sus vecinos emplumados. Escucha aquí
Gracias a Wilmer Quiceno, a Mary Torres y a Lis Möller por las hermosas fotografías que
acompañan este artículo; asimismo, mil gracias a Álvaro José Rodríguez Cardona, Natalia
Yepes, Kent Livezey, Andrea Lopera-Salazar, Hotel Tinamú, David Monroy Rengifo, Danny
Zapata-Henao, Jerome Fischer, Nikol M. Ángel y a Johana Zuluaga-Bonilla por deleitarnos
con sus grabaciones de aves que gentilmente subieron a la plataforma de XenoCanto. Lis
Möller revisó el texto.
Diego Calderón-Franco es biólogo de la Universidad de Antioquia y ha sido pajarero por más de 20 años. Guía de viajes de observación de aves para extranjeros en Colombia y otros países latinoamericanos. En Instagram: @diegocolombiabirding.
Le puede interesar:
- Nueva ave avistada en Alto de San Miguel
- Medellín posee el 2.5% de las especies de aves del mundo
- Avistamiento de aves. En búsqueda del tesoro
- Lo secuestraron y ahora pajarea con ellos