Estamos en ciclos de pico y placa extendido desde 2016 y todavía no logramos como ciudad unidad de criterio sobre la importancia de la buena calidad el aire. Los bandazos de las autoridades tampoco ayudan.
Estamos cumpliendo cinco años de la adopción de las primeras medidas para contrarrestar la mala calidad del aire, que antes también respirábamos, pero en medio de la indiferencia o el desconocimiento, y ahora abordamos otro intento de solución en este círculo vicioso que se repite dos veces al año desde 2016. Una consulta popular es la nueva fórmula.
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¿Hay que preguntarle a la ciudadanía si quiere un mejor aire?
Una ciudadanía que no logra unidad de criterio, pese a la gravedad de la crisis, porque si bien hay quienes se ciñen con rigor cívico a la norma o van más allá con la adopción de prácticas sostenibles, también presenta sectores que priorizan la productividad o que defienden solo su confort. Una ciudadanía que elevó la polución a las 4 a.m. en su afán de escapar del pico y placa. Una ciudadanía que el año pasado en 47 días de reto ambiental, hasta el 6 de abril, registró 40.165 comparendos por sacar el vehículo en tiempos prohibidos; y que este año al 10 de marzo iba en 22.314. ¿Quién lo entiende?
Este año al primero de marzo iban 9.891 comparendos por saltarse el pico y placa. ¿Indiferencia del ciudadano? ¿Desacato? ¿Formas de vida que obvian la importancia de mantenerse informado? ¿Quién lo entiende?
Y a todo se añaden los bandazos de la autoridad. El año pasado la Secretaría de Salud de Antioquia afirmó que no está demostrado que prohibir deportes al aire libre o ampliar el pico y placa reduzca los riesgos de morir por los contaminantes en el aire. Y este lunes 9 la Alcaldía de Girardota levantó el pico y placa ambiental, porque “esa no es la solución”. Y mientras se le pide al ciudadano dejar el carro, el programa público Encicla se rajó en la meta para finales de 2019 de tener en funcionamiento 100 estaciones (hoy operan 65) y mantiene 2.000 bicicletas, que valieron 3.662 millones de pesos, guardadas en la entidad Área Metropolitana. Pero, ¿montar en bicicleta? Así lo piden las mismas autoridades que el domingo 8 de marzo cancelaron las ciclovías por la mala calidad del aire y el lunes 9 se ingeniaron una ciclorruta de 20 kilómetros para que la gente pedalee hacia su trabajo. ¡Es el mismo aire!
Dos años atrás, Daniel Quintero dijo que la “crisis ambiental pudo ser evitada” y que la “Alcaldía no ha estado a la altura del reto”. Como ciudadano creía que el pico y placa ambiental no es la solución y hoy como alcalde se ve obligado a replicarlo y le suma una consulta popular que debe tomar decisiones sobre volquetas y camiones, industrias a carbón, electrolineras, vacaciones de los colegios, traslado del aeropuerto, impuesto por contaminación y restricción a la circulación por antigüedad del vehículo ¿Una consulta popular es el camino? ¿Tenemos todo ese tiempo y todo el criterio? ¿Nos pondrán a votar por asuntos del espectro exclusivo del Congreso o de Ministerios?