El estudio mostró que caminar media hora diaria durante seis meses mejora la capacidad de resistencia muscular y de los vasos sanguíneos en un promedio de 15 años.
El ser humano tiene tres territorios bien diferenciados desde la forma y la función. En la biología escolar: cabeza, tronco y extremidades. En la antropología actual vemos la forma redonda de la cabeza y su estructura cerrada como soporte físico de la actividad consciente y de la capacidad de pensar: polo neurosensorial. Abdomen y extremidades son polares y complementarios, con su tendencia longilínea, su movilidad y apertura, como asiento del metabolismo y el movimiento. Y en el centro, el sistema rítmico concilia los polos en un maravilloso equilibrio, fuente de la salud.
La enfermedad aparece si nos quedamos en uno de los polos. Si estoy demasiado quieto y la actividad mental y digital es excesiva, tiendo a endurecerme: enfermedades esclerosantes (hipertensión, enfermedad coronaria, diabetes) verdaderas plagas modernas. Si me excedo en la acción y el movimiento, me disuelvo y pueden aparecer las enfermedades inflamatorias. La salud está en el medio.
Una situación frecuente es la falta de movimiento. El ser humano de otras épocas se movía para garantizar la supervivencia. Ahora no. Una necesidad de esta época, cuando el promedio de vida aumenta, es llegar a una vejez saludable: esto significa, sin las enfermedades de la edad, con calidad de vida y autonomía. Este proceso se prepara desde temprano. Los estudios sobre calidad de vida después de los 65 años tienen un elemento común: el movimiento es un factor esencial para envejecer de manera saludable. Una investigación presentada por la Deutsche Welle demuestra que el ejercicio físico renueva y rejuvenece las células del organismo: no solo las de los músculos, sino las del hígado y del cerebro. Se estudió un grupo de personas mayores de 65 años y se encontró que después de un año de caminar regularmente (mínimo 150 minutos/semana) se encontraban mayor número de interconexiones en ciertas áreas cerebrales, que en los jóvenes de 18 años inactivos. Otro estudio mostró que caminar media hora diaria durante seis meses mejora la capacidad de resistencia muscular y de los vasos sanguíneos en un promedio de 15 años.
Para observar los efectos del ejercicio sobre la vitalidad de las células, se estudiaron cuatro grupos de personas.
- Ejercicios de resistencia.
- Entrenamiento muscular.
- Entrenamiento ocasional.
- No movimiento. En todos se estudió el ADN de los glóbulos blancos para ver el comportamiento de los telómeros *1 y se encontró que solo en el grupo 1 (resistencia) se disminuía el acortamiento de los telómeros entre un 15 y 20%. Se producían las proteínas que protegen los telómeros y que prolongan la vida de las células.
El ejercicio también tiene un gran efecto antidepresivo y mejora el humor. Y también es importante moverse con alegría y disfrute. Se ha demostrado la bondad del ejercicio al aire libre, ojalá contemplando la naturaleza y en un ambiente agradable. Hay que sacar a pasear el alma.
*1 Telómeros son los extremos de los cromosomas cuya función principal es la estabilidad estructural de los mismos, la división celular y el tiempo de vida de las células. Con la vejez, se acortan los telómeros y la célula envejece y muere.