Mis hipótesis sobre los restaurantes en la Bella Villa indican que iniciaron a finales de los años 40 con el restaurante español Don Ramón. Me pifié en 60 años…
/ Julián Estrada
Restaurante sin nombre. Aviso publicado en 1880
Mi pasión por el tema la inicié en la década de los 80 cuando descubrí la biblioteca del otrora FAES (Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales) en donde durante más de 10 años esculqué sus archivos y su hemeroteca, los cuales me permitieron ir armando una memoria interesante. Según mis hipótesis sobre el mundo de los restaurantes con servicio a la carta en la Bella Villa, iniciaron a finales de los años 40 con el restaurante español Don Ramón (del ciudadano catalán Don Ramón Prats), pues con excepción de dos hoteles (Hotel Palatino y Hotel Granada)(1) regentados por ciudadanos extranjeros (alemanes y austriacos) y además de los – para la época muy refinados – clubes Unión y Campestre; la oferta de almuerzos para los primeros 30 años del siglo XX, se limitaba exclusivamente a la de los llamados “comedores populares”. Reconocido era el comedor del Capitán López y más aun –fue una auténtica leyenda– el de Rosa Peluda.
La semana pasada un gran amigo (Carlos Alberto Echeverri Arias) auténtico ratón de bibliotecas y apasionado por la historia de Medellín y de Antioquia me envió a mi correo un pequeño texto,(2) el cual me ha puesto “patas arriba” mi endeble pesquisa ¿Conclusión? un antropólogo, metido a historiador es muy probable que se equivoque… en mi caso, me pifié en 60 años.
No me importa reconocer mi error y espero no poner en aprietos a mi editor con la calidad de impresión de tan interesante texto. Así las cosas, la historia del mundo de los restaurantes de Medellín se inicia en 1880 con un restaurante sin nombre cuyo propietario respondía al nombre de Jorge Schwendener.
1. Aclaración: el Hotel Nutibara inicia operaciones en el año 1945.
2. Fuente: La Balanza. Serie 1, No. 11. Medellín, 10 de junio de 1880, p. 86.
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