Terminando por fin este interesante año, es momento de hacer balances para resaltar lo bueno que nos deja y las tareas pendientes para 2016 y los años siguientes. Con énfasis en la vida de la ciudad, su infraestructura y su movilidad.
En primer lugar, lo bueno. Hay que destacar la gestión de la saliente administración en educación, seguridad, hospitales, Uvas, nuevo POT, tranvía de Ayacucho, obras en El Poblado, Parques del Río, Jardín Circunvalar, etcétera.
Lo malo, la absoluta falta de resultados en control ambiental. Especialmente de emisiones vehiculares. Si Medellín quiere realmente ser una ciudad para la vida, que no permita que sus habitantes mueran o se enfermen por no poder controlar los humos de tantos autos.
En El Poblado, después de todo, nos fue más o menos bien con las obras de Valorización. A pesar de que los errores de principiante cometidos con el diseño y la puesta en operación del intercambio de El Tesoro afectaron seriamente la imagen y la credibilidad técnica del Fonvalmed.
Finalmente encontraron una solución que, justamente por obvia, vuelve más extraño el diseño de tráfico que implementaron al principio.
Se entregaron bien las obras de Los Balsos con la Superior y la calle 10 con la Inferior. Quedó debiendo, y mucho, la de Los Balsos con la Inferior y ya coge ritmo la de la calle 10 con la Superior. También avanzan las dobles calzadas de Los Parra y Los Balsos, que pronto serán importantes. Ah, y la UVA de El Poblado, que ya va por la mitad.
En breve iniciarán obras críticas, especialmente la doble calzada de la avenida 34. Y otras que, aunque de menor envergadura, tendrán impacto positivo sobre la movilidad en El Poblado.
Lo malo es que el número de vehículos ha aumentado tanto, pero tanto, tanto, que las obras quedan insuficientes desde el día de su inauguración. Aquel panorama de vías despejadas que ingenuamente nos pintaba el Fonvalmed en su publicidad inicial, desafiando toda lógica, definitivamente no se va a dar. Como tanto lo dijimos…
Cada vez es más notable la grave omisión del proyecto de Valorización al no incluir -ni antes ni ahora- intervención alguna en la vía de comunicación más importante entre El Poblado y Las Palmas. El tramo crítico entre ISA y Las Palmas se ve cada vez más colapsado, tanto para subir como para bajar. Es de calzada simple y justo donde se tiene la pendiente más empinada.
Es que el proyecto de Valorización en general parece diseñado para llevarle tráfico desde El Poblado, Itagüí y Envigado hacia Los Balsos. Pero al llegar allí hay una trampa, pues la salida hacia Las Palmas es un auténtico cuello de botella.
Pasando al ámbito departamental, el Túnel de Oriente avanzó en 2015. Ahí van con esos huecos, pero faltan al menos 4 años para que entre en operación. Y no solo son túneles, también hay al menos 6 kilómetros de vía nueva, incluyendo intercambios y viaductos. Pero, infelizmente, de calzada simple. ¿Tanto dinero para tan poco?
Y en lo que sí perdimos el año de manera vergonzosa y definitiva es en la infraestructura del Oriente cercano. Cada día peor, cada día mayor el colapso vial.
Solo ahora, con cambio de gobernador y alcaldes, podría tomar vuelo la idea, varias veces promovida en esta columna, de establecer un área metropolitana para coordinar políticas e inversiones de infraestructura.
Lo curioso es que dentro del listado de municipios que podrían conformar el Área Metropolitana de Oriente no figure Envigado. Que es uno de los municipios más ricos, con mayor terreno y mayor cantidad de proyectos en el Oriente antioqueño.