Un nuevo centro infantil, ubicado en la carrera 44 No. 42-21, en Niquitao, centro de Medellín, fue abierto por el programa Buen Comienzo, que atiende a la población de la primera infancia de la ciudad.
Su nombre es Burudai Chi Wawara (abrazar la niñez). Cuenta con seis agentes educativos emberá, quienes hablan y comparten las experiencias pedagógicas en su lengua nativa. Y tiene capacidad para atender a 76 niños y niñas de esa comunidad indígena.
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En Burudai Chi Wawara las actividades estarán inspiradas en sus tradiciones y cotidianidad. El español será la segunda lengua, también promovida, con el fin de que los niños y niñas aprendan a comunicarse con las personas que no hacen parte de su comunidad.
Hugo Díaz, director de la Unidad Administrativa Especial Buen Comienzo, expresó que este centro infantil está dotado especialmente para que los niños y niñas indígenas reciban atención de calidad y pertinencia. “Los agentes educativos estarán en toda la disposición para recibir a los niños que viven en el sector y que son de la comunidad indígena, y que hoy requieren de nuestra atención, y que la brindaremos con todo el amor y cariño, acá, en Buen Comienzo”.
La alimentación también será especial para la niñez indígena de Medellín que asista a Burudai Chi Wawara. Profesionales en nutrición de Buen Comienzo, tras un minucioso estudio de la cultura, construyeron la minuta incluyendo productos autóctonos como la yuca y el plátano en diferentes presentaciones, bebidas como la chuchula de plátano, la avena, el maíz, granos y la omisión de otros alimentos.
Olga Vaquiaza, agente educativa emberá, expresó: “Comunidades indígenas, un saludo. Les hago una invitación muy grande a aquellos niños y niñas que viven en Medellín y que todos los días vemos en la calle. Les invito a esta casa grande para que los niños reciban el conocimiento, la enseñanza; a que jueguen, porque hemos visto una necesidad grande en los niños y niñas indígenas, y queremos trabajar con todos ellos a través de estrategias con las que se les va a enseñar actividades de rutina; alimentación; mucho juego y aprendizaje; y somos nosotros los que vamos a enseñar. Habemos muchas personas presentes indígenas. Reitero la palabra y es invitar a las comunidades indígenas vivientes en Medellín para que vengan a esta casa grande”.
Actualmente, Burudai Chi Wawara tiene cupos disponibles y el proceso de inscripción y matrícula, aunque es el habitual, se realiza con excepcional orientación y acompañamiento. Los interesados pueden acercarse a este lugar, para formalizar el ingreso de los niños indígenas.