Urgente, el Túnel de Oriente
Luego del lamentable suceso del edificio Space en la ciudad de Medellín, afloró una inquietud que se había venido ventilando durante algún tiempo y era la de si ya se estaba presentando una saturación del espacio para construir en el Valle de Aburrá.
Cuando observamos desde las laderas de Medellín a este bello valle que habitamos, surcado por el Río Medellín, nos impactamos del nivel de desarrollo urbanístico que ha alcanzado; por ejemplo, sorprende que en el corregimiento de San Antonio de Prado existan hoy edificios de hasta 30 pisos, algo impensable apenas hace pocos años.
¿Si hoy en este Valle de Aburrá habitan cerca de 4.5 millones de personas, cómo irá a ser su desarrollo urbanístico cuando alcancemos una población en 20 o 30 años de unos siete u ocho millones de personas? Definitivamente necesitamos tomar decisiones urgentes para permitir que este conglomerado urbano pueda ir encontrando otros espacios diferentes al Valle de Aburrá para seguir creciendo.
Entre las regiones de Antioquia donde existe el área que permitiría ese desarrollo, se encuentra el Valle de San Nicolás, que incluye los municipios de Rionegro, La Ceja, El Carmen del Viboral, Guarne y Marinilla, entre otros. Allí entonces es donde debemos dirigir todos nuestros esfuerzos pensando, principalmente, en el sitio donde podrán vivir las próximas generaciones.
Para lograr ese propósito, además de tener en cuenta los servicios públicos domiciliarios que demandará esa región en el futuro, tema resuelto supuestamente por EPM, es necesario tomar decisiones en materia de comunicación vial, pues las vías que comunican a los valles de San Nicolás y de Aburrá, a pesar de ser varias, son insuficientes. Por ello se hace necesario definir de una vez por todas la construcción del Túnel de Oriente.
Es lamentable que la politiquería y los celos de algunos líderes del Departamento hayan suspendido esta importante obra. La evidencia de esto es el hecho de haber presionado al Gobierno Nacional para que a través del Ministerio del Medio Ambiente, utilizando el poder prevalente, asumiera la revisión de la licencia ambiental que había sido otorgada debidamente por Cornare a la firma constructora, pues a los tres meses las funciones ambientales le fueron reasignadas a la corporación autónoma regional.
Así mismo, si los requisitos impuestos desde el punto de vista ambiental para la construcción del Túnel se les exigieran a los demás proyectos de túneles que se van a construir, como por ejemplo las “Autopistas de la Montaña”, los haría inviables.
Confiamos en que los compromisos asumidos por el Departamento de reiniciar las obras de este importante proyecto vial en el mes de abril del 2014 sí se cumplan. De lo contrario, las futuras generaciones no se lo perdonarían a los mandatarios del presente.
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