Bety Álvarez, y su retrato tomado en Medellín en 1927, conservado por el Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto, desde el atuendo hasta la actitud corporal, parece hablarnos de lo que hoy llamamos empoderamiento. O para decirlo mejor: el poder de lo femenino.
Desde que el mundo es mundo nos han pedido que creamos en ello, pero apenas desde hace algunos meses –y a partir de revelaciones que nos sacudieron– parece que estamos realmente dispuestos a hacer el esfuerzo de considerarlo.