El onion st, un solomito de res en una salsa de cebollitas baby y tocineta, con una ligeras papas a la francesa preparadas en un aceite de la casa, es el antojo que motiva a muchos comensales a repetir en Son y Melona. Al probarlo, supe el porqué. Lo mismo sucede con el chicharrón acevichado (un ceviche con un chicharrón que lleva un proceso de preparación previo de cuatro días) y la ropa vieja cubana (su factor diferenciador reside en un condimento traído de Cuba), otros manjares referentes de este restaurante bar situado en el mall Indiana.
Por Juan Sebastián Mora

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Con nueva carta a punto de estrenarse (ordene las milhojas de pulpo a la gallega, una de las recientes invenciones ya disponibles), Son y Melona es también un espacio propicio para una rumba con buenos tragos (cuenta con 50 referencias de cervezas y 55 de vinos, además de una selección de “cócteles tradicionales, pero bien hechos”, sostiene Alexander Román), música crossover, en un ambiente cercano e informal.
Para los fanáticos de los postres, Son y Melona ofrece dos llamativas posibilidades: una torta caliente de almojábana acompañada de compota de guayaba, y el helado frito, una bola de helado apanada y frita con frutos rojos (el sabor elegido se rota por temporadas, y es una sorpresa que al restaurante le gusta reservar para cada comensal).
Son y Melona abre de lunes a sábados a las 12 m. De lunes a jueves cierra a la medianoche; los viernes y los sábados a las 2 pm. Funciona también los domingos de puentes festivos.