La mayoría de libros de superación personal nos hablan de la importancia de soñar, de tener una visión y de trabajar para alcanzarla. Los grandes líderes y oradores nos envían el mensaje que debemos seguir lo que nos apasiona y soñar lo imposible. Muchas personas se sienten inspiradas por estos mensajes, pero otras se ven paralizadas y frustradas por estas ideas. Si sientes que la idea de soñar en grande te paraliza, hoy te comparto tres estrategias que pueden ayudarte a superar ese parálisis.
Si no tienes un sueño grande
Un gran amigo de mi familia sabía que su sueño era ser piloto desde que tenía 3 años. Lo vi crecer y pasar de jugar con avioncitos de juguete a recorrerse el mundo en la cabina de un avión. Son muy pocas las personas que tienen la claridad de su sueño desde tan chiquitos, la mayoría de nosotros estamos en la búsqueda de aquello que nos mueve. Y la realidad, es que también son la minoría los que descubren cuál es ese gran sueño.
La mayoría de personas tienen múltiples sueños y a través del camino de la vida van pasando de un interés a otro. El problema es que al escuchar el mensaje que debemos encontrar un solo propósito y no lograrlo, muchas personas creen que hay algo malo en sí mismas. Me entristece oír que han perdido su capacidad para desear y que ya ni saben lo que les gusta. En mi experiencia nadie puede perder su capacidad de desear, es innata al ser humano. Así que si te sientes frustrado por no tener un gran sueño o un único propósito, deja de juzgar tus deseos y persíguelos por más pequeños e insignificantes que parezcan. Si lo que deseas es cantar en tu casa, hazlo. Si lo que deseas es ir al cine y luego a dormir, hazlo.
Si no sientes pasión
Un mensaje que recibimos constantemente es que debemos sentir pasión. Las películas resaltan las historias de las personas que han liderado la transformación de ciudades, las hazañas de creadores y emprendedores, y en estas historias la pasión es el hilo conductor. Elizabeth Gilbert la autora de Comer, Rezar y Amar, dice que si eres una de esas personas que no ha encontrado gran pasión por algo, es mejor que dejes a un lado la palabra pasión y por el momento te enfoques en tu curiosidad. La pasión es esa fuerza que te dice deja todo a un lado, toma el riesgo más grande y lánzate al agua. Esto puede ser una motivación para muchos, pero la verdad es que también puede ser algo peligroso. En cambio la curiosidad es más amable y más natural. Si no sientes pasión por algo no te frustres, mejor enfócate en algo que te genera curiosidad.
Si tu sueño es demasiado grande
Finalmente estamos los que soñamos tan en grande que ningún paso que damos para construir ese sueño es suficiente. Esta es la historia de Cheryl Strayed, la mujer que inspiró la película Wild. Desde que era niña, Cheryl sabía que quería ser una escritora y su gran sueño era escribir la mejor novela en la historia de la literatura americana. Hace algunos años, Cheryl tomó la decisión de darse un año para escribir esta gran novela, pero se encontró día tras día sentada en su apartamento viendo televisión. En su charla titulada El Humilde Camino a la Grandeza, la Sra. Strayed dice que la presión de escribir la mejor novela de la historia la tenía paralizada y que sólo pudo escribir su primer libro cuando renunció al sueño de tener la mejor novela y se dio permiso de escribir lo que realmente quería. Así que tienes un sueño tan grande que te tiene paralizado, olvídate de él por el momento y empieza con una meta más pequeña, sigue cada paso con paciencia y está abierto a donde este camino pueda llevarte.
No dejes que tus sueños te frenen de vivir la vida que deseas. Elige seguir lo que se sienta bien y persigue tu curiosidad.