El contraste es poderoso: mientras que para la construcción del (absurdo y totalmente prescindible) centro comercial Arkadia se talaron casi 250 árboles, el Club El Rodeo, ubicado al frente, decidió apostarle a la protección del medioambiente y logró la creación de una Reserva Natural en su predio. Mientras que Arkadia se erige como un monumento anacrónico al consumo irresponsable, El Rodeo reconoce que enriquecerse a costa de la destrucción de los ecosistemas urbanos es un error.
La gravedad de la crisis ecológica, encabezada por la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, demanda acciones inéditas con respecto a la protección del entorno ecológico. Ya veremos qué se concluye en la COP25 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), que finaliza mañana en Madrid, pero muy seguramente se agudizará el llamado urgente a la transformación de nuestro modelo de desarrollo, y eso incluirá un mayor énfasis en la promoción de la sostenibilidad urbana.
Las decisiones de este estilo están alineadas con los propósitos globales de la humanidad: hoy se necesitan más que nunca y por eso hay que felicitar y agradecerles a todas las personas que optaron por este camino.
Es un compromiso que debe mantenerse.
¡Ni se les ocurra retroceder!