/ Carolina Zuleta
Todos los seres humanos compartimos el deseo de amar y ser amados. Para nosotros, el amor es fundamental para vivir. La necesidad de sentir amor o conexión está programada en nuestro cerebro reptil, pues por miles de años hemos aprendido que si no nos aman y nos echan de la comunidad, estamos destinados a morir. El amor es como el aire, todos lo necesitamos; sin él, literalmente, nos morimos.
Inconsciente o conscientemente todos nos comportamos de ciertas maneras para poder recibir el amor de otros. Decimos lo que creemos es correcto decir y callamos lo demás. Escondemos las partes de nosotros que nos avergüenzan porque tenemos mucho miedo al rechazo. La mayoría tenemos miedo a ser completamente nosotros. Pensamos que si tal o cual persona se da cuenta de que tenemos determinado defecto se va desilusionar y no va a querer estar a nuestro lado. Así que muchos caminan por la vida mostrando únicamente la parte de ellos que creen que otros van a aceptar.
El problema con este razonamiento que nos lleva a esconder lo que realmente somos, es que la conexión sincera y profunda entre dos seres humanos solo nace de la autenticidad. Los seres humanos tenemos un radar para detectar lo que no es auténtico y estamos atraídos por lo que es real. Piensa, ¿cómo te sientes cuando estás con alguien que puede hablar tranquilamente de lo que lo mueve, lo hace feliz y lo asusta? ¿Y cómo te sientes cuando hablas con alguien que simplemente te dice que “todo está bien” cuando tú puedes sentir que no es así? Solo podemos sentir amor o conexión cuando permitimos que la otra persona nos vea como somos, cuando dejamos ir la idea de lo que “debemos” ser, y somos nosotros mismos, con imperfecciones y grandezas. Y esto nos genera mucho miedo.
La Dra. Brene Brown ha dedicado su vida a entender por qué algunas personas tienen un mayor sentido de amor y pertenencia que otras. Ella descubrió que las personas que experimentan más amor y conexión en sus vidas comparten las siguientes prácticas:
• Permiten que otros las vean, tal y como son, sin máscaras.
• Aman con todo su corazón, así no existan garantías.
• Practican la gratitud y buscan la felicidad.
• Creen que son suficientes. No creen en “no soy suficientemente…”
Creo que no existe una mejor versión de ti mismo que ser quien eres. No hay nada más inspirador y poderoso que ver a una persona viviendo todo su potencial. Creo que en ti vive el ser más espectacular y creo que el mundo nos necesita a todos viviendo sin máscaras. Lo que más quiero para ti es que puedas experimentar la profunda felicidad de ser amado cien por ciento por ser quien eres, pero para eso tienes que correr el riesgo y permitir que otros vean quién realmente eres.
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