El Bocha, como lo conocen sus amigos y clientes, además de su profesión como Administrador de Negocios de Eafit y su grado en Bellas Artes, partió a Florencia con el firme propósito de cimentar su carrera como artista plástico, sueño que vivió desde niño y el que, seguramente por sus diestras manos, siempre combinó con el de la culinaria. El destino lo llevó finalmente de esa romántica ciudad a Pietra Santa en donde tomó lecciones de talla en piedra y que, por los azares de la vida, también lo involucró en las cocinas de varios restaurantes que le dieron la oportunidad de encontrarse de cerca con los secretos de la tradicional gastronomía italiana, la del día a día, que desde 1998, cuando regresó a Medellín, ha sido su fuente de inspiración gracias al impulso de un hermano y de un amigo, quienes lo animaron a brir una pizzeria en donde las elaboraran en horno de leña, a la mejor usanza italiana, y gracias a la cual se ha granjeado una excelente reputación, con su ya bien acreditado Il Forno, presente ahora con cuatro puntos en Medellín, y sendos restaurantes en Pereira, Manizales, Cali, hasta traspasar la frontera con uno más, próximo a inaugurarse, en Quito. Ahora, cerca de ciento sesenta empleados acompañan al Bocha en este sueño en el que la magia de su arte se hace presente en cada preparación.
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