Lo más importante para que un líder comprenda cuál es su rol en la movilización de la cultura en su empresa es su comprensión profunda de cuál es esa cultura y, aún más importante, el propósito mayor que se persigue. Precisamente, es este propósito el que debe lograr conquistar el líder junto con todo el equipo que lidera.
Entendiendo este concepto, un líder inspirador sabe que su función principal no es dirigir a los integrantes del equipo para que ellos hagan exactamente lo que él pretende; en la mayoría de los casos, esto genera frustraciones y conflictos en la relación del jefe con sus subalternos y, con casi absoluta seguridad, quien gana la discusión es el jefe, por aquello de su rango, el entorno de la empresa y el ego que lo acompaña. Su verdadera función es la de inspirar a cada miembro de su equipo, entendiendo cuáles son sus fortalezas, capacidades, habilidades y nivel de conocimiento, facilitando herramientas de forma continua y eficaz.
Los equipos de alto rendimiento no son necesariamente el resultado del trabajo de un líder, estos se crean cuando todos desde sus talentos, con la actitud correcta, en un entorno adecuado y enfocados en el propósito, se sincronizan generando resultados ganadores. La función de un líder inspirador es la de mantener al equipo enfocado en el propósito, facilitar todos los elementos requeridos para triunfar y, por supuesto, generar ejemplo, al vincularse activamente con las tareas requeridas. En otras palabras, un líder potente es aquel que sabe manejar con lujo de detalle los factores, en lo que denomino la ecuación de la cultura, que no es más que la conjugación armónica del ser, el saber, el hacer y el estar.
Cultura VIDA = Ser + Saber + Hacer + Estar.
Son muchas las ocasiones en que las conversaciones acerca de cultura y liderazgo nos llevan a describir qué es un líder y qué es eso que hace a un líder ser excepcional. Mi conclusión, con la que hasta el día de hoy estoy identificado, después de escuchar infinidad de conceptos y de experimentar con muchas empresas procesos de transformación cultural, es que un (a) buen (a) líder es quien sabe inspirar a cada uno de los integrantes de su equipo, sincronizándolos para el logro del propósito de manera eficiente y exitosa; sin embargo y para tener muy presente, un (a) líder excepcional es quien alcanza los logros, llevando a los miembros del equipo a convertirse en líderes mejores que él o ella misma.