Tres expertos advierten sobre la alternativa predominante en nuestra región de los rellenos sanitarios y sus riesgos. El reto es enorme. ¿Quién lo lidera?
Terminar de comer, llevar los platos a la cocina, separar, botar en las canecas. Recibir regalos, desempacar, poner a funcionar, descartar lo inservible. Cambiar de equipo tecnológico, llevar la pieza antigua al cuarto útil y, lenta y disimuladamente, pasarla luego al contenedor de la basura de la urbanización…
Ponemos los desechos fuera del alcance y nos quedamos tranquilos: que el carro de Emvarias haga su tarea y que luego la tierra se los trague. Pero la tarea no está terminada y su efecto será colectivo. Entonces nos debería comprometer a todos. Porque debajo de la tierra están ocurriendo cosas que a todos nos pueden afectar, incluso oportunidades que nos podemos estar perdiendo.
Atentos a este análisis de tres expertos, colaboradores permanentes de Vivir en El Poblado, sobre las dinámicas de los rellenos sanitarios. Las soluciones no deberían estar fuera del alcance y no son solo tema de interés de especialistas…