Era la tarde del tercer día de una conferencia de coaching, en el escenario se paró un hombre afroamericano, de unos 65 años y casi 2 metros de altura. Cuando hubo silencio, el hombre nos preguntó a los asistentes, ¿quién quiere un retrato musical? Algunas personas valientes levantaron la mano, yo sólo me quedé pensando ¿retrato musical? ¿Oí bien? ¿Qué será eso?
El hombre, cuyo nombre es Harry, eligió a una de las personas que habían levantado la mano. Este era un hombre de unos 45 años, con rastas en el pelo, tatuajes en los brazos, y muy acuerpado. Harry le pidió que se subiera al escenario, se sentara en una silla y dijera su nombre en voz alta. El hombre siguió las instrucciones y al acabar, Harry que ya estaba sentado en el piano, cerró los ojos y empezó a tocar. La melodía que tocó era lenta, triste y profunda. Al oírla mis ojos se llenaron de lágrimas. Los cerré para poder sentirla más. Esta canción también estaba llena de valentía, fuerza, lucha y esperanza. Escucharla era casi estar viendo el alma de este hombre. Después de dos minutos Harry paró de tocar, le dijo gracias y eligió a otra persona. La segunda persona que subió al escenario era una mujer de unos 35 años, vestida de muchos colores y con una gran sonrisa. Harry le dio las mismas instrucciones, y luego cerró sus ojos y empezó a tocar. Esta era una pieza rápida, alegre, divertida, me recordó a los pájaros coqueteando en la primavera. Pero de un momento a otro se hizo lenta y melancólica y pude ver como a la mujer se le llenaba los ojos de lágrimas. Así, uno a uno, Harry con su piano interpretó la esencia de cada persona.
Después de hacer varios retratos musicales, Harry se paró y dijo lo siguiente: “Si amas algo lo suficiente, este te revelará sus secretos”. Era evidente que Harry había amado la música lo suficiente como para que esta le revelara sus secretos. Sólo el amor a ella podía haberle dado el regalo de poder interpretar a un ser humano con sólo unas notas musicales.
Me pregunté, ¿qué he amado yo de esa manera?
Al reflexionar me di cuenta de que he amado profundamente a mi familia, a mi novio, a mis mejores amigos y ellos me han revelado sus secretos. También he amado diferentes temas relacionados con el coaching y el comportamiento humano, y estos temas me han revelado sus secretos.
Para mí amar algo de esta manera es abrirle nuestro corazón, darle nuestro tiempo, escucharlo con mucha atención y revelarle nuestros propios secretos. Entregamos nuestro amor cuando nos comprometemos a ellos sin esperar nada a cambio. Y después de un tiempo, un día nos levantamos y caemos en la cuenta de que conocemos sus secretos.
¿Qué has amado tú tanto que te ha revelado sus secretos? Y ¿Y qué más deseas amar de esta manera?
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