La revolución femenina ha creado importantes oportunidades para las mujeres. Las mujeres de mi generación no hemos tenido que luchar por el derecho de ir a la universidad, viajar por el mundo, votar, correr maratones y tener una carrera que nos guste. Esto es maravilloso y muy importante, sin embargo he notado que en nuestras relaciones de pareja ha creado un poco de confusión.
La especialista en relaciones de pareja Alison Armstrong explica que en una relación amorosa existen dos roles principales: 1) el que provee y protege y 2) el que apoya y potencializa. El proveedor y protector es percibido como el más grande o fuerte, sea por su conocimiento, recursos o conexiones. Es el que define lo que se va a hacer, crea el plan y se hace responsable por los resultados. El que apoya y potencializa, depende del protector y proveedor, se adapta a las circunstancias, sigue instrucciones y ayuda en lo que sea necesario.
En la época de mis abuelos era muy simple: el hombre era el proveedor y protector, y la mujer la que apoya y potencializa. El hombre trabajaba, proveía financieramente para su familia y tomaba las decisiones que afectaban la seguridad familiar. Mientras que la mujer se quedaba en la casa y se encargaba de los quehaceres domésticos y de los hijos. Hoy en día, muchas mujeres son tan o más educadas que sus parejas, tienen trabajos exitosos y en muchas ocasiones generan más dinero que sus parejas, y esto afecta el rol que juegan en la pareja.
Estos roles también se ven afectados, porque vivimos en una sociedad que valora más las características del proveedor y protector que las del que apoya y potencializa. Definimos el éxito como tener prestigio, poder y más dinero y promovemos el liderazgo como una de las cualidades más importantes. Esto nos motiva a querer ser el líder en nuestra relación y tener el control. Entonces en una relación de pareja, los dos queremos tomar decisiones, hacernos responsables por los resultados y crear los planes que afectan a la pareja. Como en cualquier otra organización, cuando hay dos personas luchando por liderar, se generan problemas.
Para solucionar este dilema, la doctora Armstrong recomienda que las parejas tomen decisiones conscientes sobre el rol que cada uno va a jugar. Adicionalmente, no se debe asumir que una de las partes va a jugar el mismo rol en todas las situaciones, así que la pareja debe comunicar y ponerse de acuerdo sobre los roles en cada momento. ¿Quién juega qué rol en las decisiones financieras? ¿Vacaciones? ¿Educación de los hijos? ¿Sostenibilidad del hogar? Si deseas que tu relación de pareja sea aún más plena, saca el tiempo esta semana para hablar abiertamente sobre los roles que cada uno desea jugar. Como siempre una comunicación consciente es la clave para una relación plena y exitosa.