Fue adoptada en marzo de 2010 y se vino de Bogotá para El Poblado en abril de 2015.
Paloma se encontraba en tránsito en una veterinaria por problemas de depresión, poca sociabilidad con personas, otros gatos y perros.
Su proceso de adaptación fue un poco lento. Con cuidados y paciencia volvió a recuperar la confianza y ahora es una gatica muy consentida.
Vive en El Poblado, por Los González, se adaptó muy bien al clima y a la sociedad paisa, al igual que su mamá, y a pesar del corto tiempo ya es bastante conocida en Caninos y Felinos y en Aristogatos, donde le tienen miedo a la hora del baño.