Bronnie Ware es una australiana que pasó casi 10 años trabajando con personas a quienes les quedaban de 3 a 12 semanas de vida. Durante ese tiempo empezó a tomar nota de las conversaciones que tenía con ellos, en especial de lo que se arrepentían no haber logrado en sus vidas. Con el tiempo notó que sus historias tenían algo en común. En su libro Los cinco mandamientos para tener una vida plena: ¿De qué no deberías arrepentirte nunca?, comparte los cinco arrepentimientos más comunes. Creo que una estrategia inteligente de vida es aprender de personas con más experiencia y sabiduría. Hoy les comparto lo que Bonnie descubrió para que tomemos conciencia de cómo estamos creando nuestras vidas, para que al final de nuestros días no nos arrepintamos de lo mismo.
1. Ojalá hubiese tenido la valentía para vivir una vida fiel a mí mismo y no la vida que otros esperaban de mí
Bonnie dice que esta era la razón más común de la que se arrepentían sus pacientes. En su libro resalta la historia de Grace, una señora que no era feliz en su matrimonio, pero que decidió quedarse en él para no decepcionar a sus hijos y a la sociedad. Unas semanas después de que su esposo se fuera a vivir a un asilo de ancianos, la diagnosticaron con una enfermedad terminal muy agresiva, así que todos los sueños que había puesto en espera, con la esperanza de que algún día tuviera más libertad, se habían desaparecido.
2. Ojalá no hubiese trabajado tan duro
Esto es especialmente relevante al estilo de vida que nos enfrentamos en este momento. Muchos amamos lo que hacemos y es fácil entrar una rutina donde trabajamos todo el tiempo. En su libro, Bronnie nos recuerda la importancia de crear espacio para otros aspectos de nuestras vidas, incluyendo momentos para simplemente estar presente viendo un atardecer, acariciando una mascota, abrazando a un ser querido.
3. Ojalá hubiese tenido la valentía para expresar mis sentimientos
Muchas personas se guardaron lo que sentían para evitar el conflicto y el resultado fue que vivieron una experiencia de vida mediocre. Algunos inclusive desarrollaron enfermedades como consecuencia de guardar rencores y resentimientos. En mi experiencia, expresar la verdad de lo que sentimos crea más cercanía con las personas que amamos.
4. Ojalá hubiese seguido en contacto con mis amigos
Todos extrañan a sus amigos cuando están en su lecho de muerte. Muchos estuvieron tan ocupados en su diario vivir que perdieron el contacto con sus buenos amigos. Al final de sus días, aunque quieren dejar sus finanzas en orden, lo quieren hacer por aquellos que aman. “Al final lo único que importa es el amor y las relaciones con nuestros seres queridos”.
5. Ojalá me hubiese permitido ser más feliz
Muchos no se dieron cuenta sino hasta el final de que la felicidad es una decisión. Muchos se quedaron en sus mismas rutinas y en su zona de confort en vez de tener la valentía para crear la vida que deseaban. El miedo al cambio hizo que pretendieran ser felices cuando realmente no lo eran.
“La vida es una decisión. Tu decisión. Elige conscientemente, elige sabiamente, elige honestamente. Elige ser feliz”.
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