Después del 24 de marzo arrancó un desafío para todas las familias colombianas: niños, niñas y adolescentes se quedaron entre cuatro paredes a causa de la pandemia declarada por la OMS por el COVID-19.
Toda una nueva dinámica de estudio en casa, no salir a jugar con los amigos, no pasear, no montar en bici, tener a toda la familia en casa y demás situaciones inéditas para los niños y las niñas, que llegaron para quedarse por tiempo indeterminado.
Papás están haciendo conciencia del tiempo y todo lo que implica cuidar a sus hijos. Máxime en momentos de incertidumbre, de angustia y de estrés. Sin embargo, no se nos puede olvidar que los grandes damnificados con la nueva realidad son los menores, que ahora ven su espacio reducido a la casa y su interacción física reducida a su familia.
Este momento ha agudizado la cultura adultocéntrica que no reconoce a los niños y las niñas como sujetos y parte activa de la familia, sino que los reduce a sujetos de protección. Debemos trabajar en cambiar ese imaginario, las familias deben ser entornos seguros y potencializadores, deben propiciar en los niños su desarrollo integral y el de sus capacidades. Este debe ser el momento para poner en marcha una democracia familiar en la que niños y niñas sean agentes de su propio desarrollo y en la que se les vincule con la dinámica familiar.
Niños y niñas se reconocen en su potencia, en su impulso a inventar y crear. Son expresión genuina del idealismo, desean y creen en lo que desean. Juegan a ser. Se permiten creer que no hay imposibles y poseen la valentía de soñar y arriesgarse. En sus juegos se expresa todo ese poder: recursos emocionales, de pensamiento y acción, que más de las veces no encuentran oportunidades y garantías para expandirse. La corporalidad infantil y adolescente reivindica maneras de estar en el cuerpo y en relación con el mundo, desde la mirada, la pregunta y la aventura.
Bajo la consigna La vida vencerá, la Alcaldía de Medellín le apuesta al optimismo y al autocuidado, y, dado que la cuarentena se prolonga hasta el 31 de mayo, es importante para la salud física y mental de niños y niñas la posibilidad que otorgó el Gobierno para que salgan. Según la propuesta del Gobierno, desde el 11 de mayo los niños y las niñas entre los 6 y 17 años podrán salir tres veces a la semana durante un tiempo máximo de 30 minutos.
Las recomendaciones para tener en cuenta al salir de casa, son entre otras:
- Tener al día carnet de vacunación.
- Siempre usar tapabocas.
- Salir con un cuidador entre 18 y 59 años. Que no sea población de riesgo.
- No usar parques ni gimnasios públicos.
- No sacar juguetes, bicicletas ni ningún elemento de casa.
Por eso los niños y las niñas de la ciudad:
- ¡Vamos a salir para tomar el sol!
- Vamos a salir con el ojo de investigador a comprender esta nueva realidad.
- Vamos a sacar a pasear a mamá y a papá…. Para que descansen del trabajo y paren de “reinventarse”.
- Vamos a acompañar a Toño el perro en su paseo habitual.
- Vamos a disfrutar de caminar, vamos a dejar tooooodo visto.
Con los juegos vamos a enseñar a los más grandes de la familia que un mundo de imaginación es posible.
Vamos a contar cuentos de personajes maravillosos y vamos a entrar al cuento con ellos… porque también es posible.
Vamos a tomar un descanso del cole y vamos a estrenar el tapabocas de mil colores… color esperanza, color amor, color alegría, color un nuevo comenzar.
Por: Paula Andrea Aguirre Duque – Red de Protección del Poblado
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