Muy cerca a Medellín está la reserva natural San Sebastián La Castellana, de El Retiro (Antioquia). Oportunidad para que entre todos revegetalicemos los bosques andinos y para el avistamiento de nuestra fauna. Una invitación a visitar y conservar.
San Sebastián La Castellana es una reserva natural ubicada en la vereda Carrizales del municipio de El Retiro. Un área natural de 200 hectáreas, en límites con Envigado. Corredor ecosistémico entre el Valle de Aburrá y el altiplano del Oriente de Antioquia, con numerosas fuentes de agua, variada vegetación y hogar de un selecto número de especies de nuestra fauna silvestre.
Le puede interesar: En La Romera, conviértase en naturalista
Entre los caminantes, consumados senderistas o aquellas personas dedicadas a hacer actividad física por escenarios naturales, los llamados trekking, esta es conocida como el Alto de El Escobero, por su cercanía con ese sector del municipio vecino. Lo cierto es que queda en El Retiro, y es el bosque nimbosilva (bosque nuboso) más cercano a Medellín.
Más allá de actividades de recreación y ecoturismo, en la Reserva San Sebastián La Castellana prepárese para realmente disfrutar de un bosque nuboso. Visitarlo es la oportunidad para contribuir con la revegetalización de los Andes tropicales de Colombia. ¿Cómo así?
Revegetalizar el bosque
Los bosques mesófilos de montaña o nimbosilva o selvas nubosas tienen alta relevancia biológica por el gran número de especies de fauna y flora que poseen. Además, porque “permiten capturar y controlar los flujos de agua en territorios montañosos como el nuestro, y con ello contribuir a satisfacer el consumo humano”, explicó Camila Pérez, bióloga de la Universidad CES.
En medio de esta selva nublada, usted va a sentir la brisa fría o templada que caracteriza a los nimbosilva. Su clima es húmedo de montaña. Y a ciertas horas, cuando no se produce la entrada de los rayos del sol, se logra apreciar mejor la densidad de niebla en la superficie, especialmente muy temprano en la mañana y en horas de la tarde.
Este bosque nuboso, con matices de variedades de verdes, invita a un estado de admiración y conservación. Entre robles (Quercus robur), lauráceas (Lauraceae), pequeños chaguales (Puya chilensis), encenillos (Weinmannia tormentosa), yolombos (Panopsis suaveolens) (árbol endémico de Colombia), helechos arbóreos (Cyatheales) y una gran variedad de palmas, como la escasa palma de cera (Ceroxylon quindiuense) permítase contribuir con su cuidado a la conservación ecosistémica de una de las fuentes de agua natural de Antioquia.
Y es que esta reserva natural es ideal para todas aquellas actividades que conducen a la protección, el control y la revegetalización o enriquecimiento natural de las especies nativas. “Solo con hacer uso responsable de este espacio, con cuidar su flora y fauna, con no dejar desechos, se está preservando a este importante bosque húmedo pre-montañoso, ubicado entre los 2.600 metros y hasta los 2.900 metros sobre el nivel del mar”, dijo la bióloga Pérez.
La niebla trae mucha humedad, y esta es atrapada por las hojas, los líquenes y los musgos para convertirse en reguladores hídricos. La bióloga de la Universidad CES añadió que “generalmente estos bosques se encuentran cerca a valles circundantes y se da la transpiración entre las plantas y el ambiente, lo que hace que las nieblas suban a estos bosques y luego las atrapen las montañas”.
Lea: En Sanguaré, la vida volvió a florecer
En la Reserva San Sebastián hay variedades de orquídeas (Orchidaceae) (150 especies), checos (Sapindus saponaria), musgos (Bryophyta) y líquenes (Xanthoria parietina).
En una publicación del Instituto Alexander Von Humboldt se contaban en 79 las especies vegetales que conviven en San Sebastián La Castellana; distribuidas en 68 géneros y 47 familias.
“Visitar un nimbosilva es una aventura de conexión natural con la montaña, un generador de agua en donde cada planta y especie están adaptadas para contribuir a la vida”.
Camila Pérez, bióloga de la Universidad CES.
Cada árbol es un jardín botánico con decenas de especies asociadas. Todas dedicadas a la labor de cosechar las diminutas gotas de agua que forman la neblina. En San Sebastián La Castellana el agua se escurre por las hojas, ramas y troncos, de esta forma este bosque contribuye a incrementar el caudal de los ríos y quebradas que nacen en el altiplano del Oriente antioqueño, y de la represa La Fe, que surte el acueducto de EPM para Medellín y el sur del Valle de Aburrá. Así como también da origen a nuevos manantiales en la región.
Y no podemos dejar de mencionar a la fauna silvestre que allí habita. De los mamíferos, está el tigrillo (Leopardus tigrinus), el perro de monte o zorro perro (Cerdocyon thous), el oso perezoso (Choloepus hoffmanni), la guagua (Cuniculus paca), y hasta el puma concolor (león de montaña o león americano, de la familia Felidae, nativo de América), la especie felina más grande que habita en la región.
De las aves, están infinidad de especies. Gran variedad de colibríes (Trochilidae), Carriquí (Cyanocorax yncas) o carpintero bellotero (Melanerpes formicivorus), entre muchos más. Por algo es que la SAO -Sociedad Antioqueña de Ornitología- tiene a esta zona como una de las más importantes para el avistamiento de aves en Antioquia.
Todas ellas se pueden admirar en los cuatro miradores que tiene San Sebastián La Castellana. En el primero, se divisan los imponentes Valle de Aburrá y Valle de San Nicolás. En el segundo, se puede admirar Envigado, tal y como una foto panorámica. El tercero, es ideal para observar las especies de aves. Y el cuarto, es para el disfrute de todos; se llama Mirador de Los Caminantes, y allí se puede admirar casi toda la reserva natural.
Ya saben lo fácil que es la revegetalización de los Andes tropicales de Colombia, y que todos podemos hacerlo. Cuando lo visiten, no pierdan la oportunidad para conservarlo mientras disfrutan.
El Silencio
El municipio de El Retiro tiene dos reservas naturales: San Sebastián La Castellana, en la vereda Carrizales, zona norte, y la Reserva Biológica El Silencio, entre las veredas Puente Peláez y La Hondita, zona sur del municipio.
El Silencio pasa por toda la cordillera Central. Tiene un área de conservación de 171 hectáreas y está conformada por cuatro predios denominados Las Flores, El Silencio, La Montañita y La Hondita.
Los predios de esta reserva natural fueron donados a la Fundación Natura por Bancolombia en el año 2010. Allí se adelantan misiones de conservación de los relictos de bosques andinos húmedos de la cordillera Central, que en esta región son muy escasos.