MEMENTO AMORE (recuerda amar)

Pocas secuelas podrían alardear de tener una calificación de 88 % de la crítica, y más si hablamos del género del terror. Pero, decir que 28 años después es una película de zombies ordinaria y habitual sería una mentira abismal, ya que para algunos pecó de “aburrida” y “distinta” por no poner en el foco el posapocalipsis sino a una historia que nos recuerda seguir amando a pesar de las circunstancias.

Con un estilo visual que se le podría asemejar a una producción de A24, 28 años despúes se para justo en una idea distópica sobre qué pasaría casi tres décadas despúes de que el Reino Unido haya sido puesto en cuarentena indefinida, después de haberse infectado por el virus de la ira que convirtió a toda una isla en zombies, mientras que el resto del mundo siguió girando.

La primera entrega de esta saga la tuvimos en 2002, con el mismo director, Danny Boyle, y la premisa no se aislaba de las películas de zombies tradicionales (un experimento no salió bien y se esparció rápidamente hasta contagiar a casi toda la población). Sin embargo, algo que sí se alejó de lo tradicional que ya habíamos visto fue el sello de dirección e innovación que le impregnó el director, lo mismo que logró en esta nueva entrega.

Este viaje posapocalíptico vive justo en el mismo universo y se siente homogéneo, verosímil, calmado, sin exageraciones para generar miedo, sin dar explicaciones largas y poco entretenidas sobre qué ha pasado durante todo ese tiempo con quienes aún siguen viviendo a un paso de la isla creando su propio estilo de supervivencia.

Una nueva comunidad que se adaptó a las circunstancias, que vive a tan solo un puente de distancia en medio del mar de la isla de los zombies, la cual visitan regularmente para buscar objetos de valor o probar el “valor” de sus niños como cazadores.

Aquí es donde entra Spike, un niño de tan solo 14 años que es llevado por su padre Jamie a “probarse” como todo el “hombre de la casa”, enfrentándose a algo que hasta ahora para él solo eran las historias con las que creció y que después se convierte en una travesía para encontrar un médico que cure a su madre.

Algo que le da un giro inesperado al acercamiento con los zombies son los planos con los que juegan desde dirección y edición, ya que se siente como toda una experiencia de videojuegos, no es la simple toma estática y claustrofóbica, sino que entrega planos dinámicos, rápidos, con sonidos inesperados y una banda sonora inigualable, lo que de verdad genera sensaciones de estrés y terror.

La música estuvo a cargo del trío escocés Young Fathers, grupo de hip hop progresivo que se estrenó apenas en el cine y que de verdad eleva con cada una de sus canciones las situaciones de la cinta, una gran joya dentro de la producción.

“Sony no los conocía en absoluto, pero eran maravillosos”, dijo en su momento el director, quien enfatizó en que el uso que ellos daban a las armonías vocales y ritmos funcionaban perfecto con el género.

¿El secreto para conseguir una grabación más fluida y orgánica?

La película fue grabada principalmente con celulares, utilizando accesorios como adaptadores de lentes, estabilizadores y drones que permitieron mayor movilidad y flexibilidad en el rodaje, en especial en entornos y paisajes abiertos donde el mood era salvaje.

Esto no solo demuestra que cintas de alta calidad pueden reducir presupuestos con este tipo de técnica (se gastaron solo 75 millones USD en el rodaje) sino la democratización que se da en la actualidad en el cine gracias a los alcances de la tecnología para contar todo tipo de historias.

MEMENTO MORI -recuerda que morirá- VS MEMENTO AMORE -recuerda el amor-

A pesar de pararnos al inicio en un ambiente de supervivencia, lucha, cacería y huída de zombies, la película va dando un giro interesante cuando Spike se da cuenta que en la isla infectada vive el único médico vivo que puede ayudar a su madre que presenta dolores incesantes, el Dr. Ian Kelson, un loco que vive en medio de los infectados y que ha logrado sobrevivir con técnicas extravagantes como bañarse en yodo y hacer murales con los huesos de las víctimas.

Si hay algo con lo que Spike creció fue el hecho de ver de frente a la muerte, de tenerla al lado, de recordar cada día que en algún momento morirá (MEMENTO MORI), él o su padre, pero aún así no supera la idea de que eso le suceda a su madre, por lo que muy valiente emprende un camino en el que busca salvarla a toda costa.

Pero al lograrlo se encuentra con una verdad más dolorosa, y es la dejar ir, la de soltar con amor, la de aprovechar mientras se está aquí con una gran lección: MEMENTO AMORE (recuerda con amor o recuerda amar).

Todo el viaje, la lucha, los retos superados y la esperanza de que su mamá siguiera viva y con él, se van en tan solo dos palabras, en recordar que aunque duela y se extrañe es mejor recordar con amor que ver sufrir a quien amamos.

¿Cómo una película de miedo te puede hacer llorar? Me pasó y me pareció casi mágico el hecho de que lograran generar tal emoción en medio del caos y el terror.

Esta película es todo un balance: intriga, miedo, estrés, frustración y tristeza… es una historia de amor contada a través de un camino de superación y aceptación, con un cambio de tono al final casi humorístico que nos da indicios claros de que esta historia continuará.

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