Marcela Obando es propietaria del restaurante Al Patio, un establecimiento que lleva más de 15 años deleitando con sus sabores.
Marcela Obando todavía recuerda el día en el que Al Patio atendió por primera vez. Era domingo y cayó un aguacero. “Siquiera solo abrimos para los amigos”, dice. Y, como en matrimonio, el agua fue señal de buen agüero. Hoy, 15 años después, ha sido capaz de sobrevivir hasta una pandemia.
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Marcela, propietaria y gerente, es hoy la mejor empresaria gastronómica de Colombia según los Premios La Barra. Y no es para menos: lleva 35 años luchando por el sector. Llegó con 18 años a Hatoviejo, donde empezó como hostess. No se había graduado aún; estudiaba Administración de Empresas Turísticas en el Colegio Mayor. En menos de seis meses se había ganado la confianza de los socios, quienes no dudaron en nombrarla administradora del punto de venta de Las Palmas.
“Las claves del éxito son la confianza, saber delegar y tener una excelente relación con el personal y sus familias”
En Hatoviejo vivió momentos gratificantes, aprendió a manejar personal y conoció cada detalle de la industria gastronómica, una que es tan difícil como satisfactoria. “Al principio era complicado, porque era muy joven y tenía a mi cargo personas mayores”. Pero nada era una barrera y, así como con los propietarios, aprendió también a ganarse la confianza del personal.
En Hatoviejo vivió momentos importantes en su vida, como su matrimonio. Pero, también, tuvo uno de los días más difíciles en su carrera: la bomba del CAI de Las Palmas. “Nadie en el restaurante quedó herido, pero ver cómo quedó todo fue desolador”.
Punto final
Con el paso de los años, sentía que su ciclo iba acabando. “El punto final fue una semana en la que mi hija, de cinco años, me dijo que me invitaba a almorzar. Vivía a dos cuadras del restaurante y nunca almorzaba con mi familia”. En un proceso largo, decidió retirarse y emprender. Compró el 47 % de lo que en ese momento era El Charrito Mexicano y, junto a su socio, crearon lo que hoy se conoce como Al Patio. Era el año 2006.
Hoy, Al Patio es uno de los restaurantes más sólidos de Las Palmas. Puede atender hasta 320 personas (con aforo total), y su comida es una mezcla entre parrilla y cocina internacional.
La cocina de su casa ha sido laboratorio para probar nuevos platos. También ha dedicado estos años a la consolidación de un buen equipo de trabajo, algo que no es fácil en la industria; cree que el respeto es la base de todo, y reconoce en su gente a personas muy valiosas: “Eso lo vi, sobre todo, en la cuarentena, una época muy difícil en la que todos estuvieron listos para colaborar”.
Recuerda con angustia el día que tuvo que cerrar sus puertas en 2020 y ve el futuro lleno de esperanza. “Hoy quiero compartir todo lo que sé con los emprendedores y ese es mi propósito. Quiero ser mentora de nuevas propuestas gastronómicas”, concluye.
Juliana Álvarez, mejor pastelera
En los Premios La Barra entregados el pasado primero de junio también resultó ganadora la pastelera Juliana Álvarez. Egresada del SENA Antioquia, hoy es conocida por su labor en la enseñanza y difusión de la repostería.
Por otro lado, La Receta, marca sombrilla de los restaurantes Il Forno y Wajaca, fue vencedora en la categoría Innovación y Nuevo Modelo de Negocio, por haber implementado una estrategia exitosa de social selling para hacer frente a la pandemia.