Según un informe de El Colombiano del 10 de Febrero, la “cámara de fotodetección” más exitosa en pillar infractores está en la Autopista Sur, a la altura de Argos. La Secretaría de Tránsito de Medellín asegura que esta cámara registra un promedio de… ¡1.807 infracciones por día… Mil ochocientas siete! Como funciona entre 5 am y 10 pm, esta dichosa camarita genera 106 fotomultas por hora, una cada 34 segundos. Esperemos que el informe sea confiable, al fin y al cabo es generado por el propio Municipio. No podrían equivocarse en algo tan elemental. ¡Es SU tema!
Hagamos cuentas simples: A razón de 283 mil pesos por infracción (y eso suponiendo que todos se acogen al descuento del 50 por ciento), esa sola cámara debe recaudar unos $510 millones al día. ¡Más de $15,000 millones por mes!
Y en un año, más de de 180.000 millones… lo mismo que cuesta el puente de la 4 Sur. Y en poco más de dos años la camarita recogería el costo completo del Proyecto de Valorización de El Poblado.
Son cifras locas. Y lo recaudado por esta y por las demás camaritas se reparte entre el Municipio y algunos particulares que, todo indica, subieron al bus correcto. No está mal, una renta asegurada por mucho tiempo, que crece y crece en la medida en que sigamos cometiendo infracciones.
Es decir, una transferencia descomunal de fondos de los conductores hacia el Estado. Y hacia ciertos particulares.
Ante ingresos de tal magnitud, y conociendo la naturaleza humana, ¿alguien cree que no hay riesgo alto de adicción por parte de los beneficiarios? Es que, señoras y señores, esto se basa en el estímulo equivocado: sigan cometiendo infracciones que nosotros estaremos tranquilos recibiendo más y más dinero.
¿Y por qué todo tiene que ser castigar a los malos mientras el estado y algunos particulares se enriquecen? Por qué no mejor ensayamos premiar a los buenos?
Alcalde, monte usted la Lotería del Buen Conductor.
Le explico, Alcalde: Cada tres meses se haría un sorteo entre todos los vehículos registrados en Medellín que NO hayan cometido una infracción en el último año.
Se pondría en juego, digamos, el 10 por ciento de lo recaudado por las cámaras en el trimestre anterior. Se premiarían unos 10 o 20 conductores cada vez, no tiene que ser sólo uno, y se haría una sencilla ceremonia de premiación.
Sería un estímulo muy positivo, incluso divertido, al buen comportamiento de los conductores. Ante la posibilidad de ganar unos 30 o 50 millones de pesos, le aseguro, Alcalde, que casi todos nos comportaríamos como finlandeses.
Y mientras más infracciones haya, más pueden ganar los prudentes, aumentando el incentivo. Y mientras menos infracciones, más ganamos todos en cultura ciudadana y en reducción de accidentes.
Esta sería la manera de vincular a todos los conductores de manera entusiasta con el cumplimiento de las normas. Como beneficio adicional, nadie tendría dudas sobre el destino de los enormes recursos, pues todos los conductores podrían, en teoría, ser beneficiarios directos de su propio buen comportamiento. (A partir de esta semana me puede seguir en twitter @francamentejcf.)
[email protected]
Lotería del Buen Conductor
- Publicidad -