/ Juan Carlos Vélez Uribe
En varias ocasiones he escrito sobre el mal estado en que se encuentran las vías en Antioquia. Puede que me esté volviendo cansón, pero cuando los problemas siguen sin solución, no se puede dejar de insistir en ellos. Nos ha faltado cohesión regional para exigir, tanto al gobierno nacional como al departamental, el encomendarse a la tarea de sacar adelante los proyectos viales que tanto requiere Antioquia.
Hace casi cuatro años se firmó el contrato de la Transversal de las Américas, la cual iba a permitir tener una doble calzada entre Chigorodó y Turbo. Hasta el día de hoy nada que comienzan las obras. La doble calzada Primavera-Camilocé, entre Caldas y Amagá, cuenta con una inmensa valla que anuncia la intervención del “Gobierno de la Prosperidad” para mejorarla, pero en el lugar no se ve siquiera una retroexcavadora removiendo tierra.
Ni qué decir de la variante de Caldas; como van las cosas, creo que veremos primero el Puerto de Urabá que esta obra terminada. Al parecer, se acabó el dinero y no se puede hacer adición al contrato, por lo tanto en diciembre termina el trabajo del contratista y no se logrará concluirla. Hay que iniciar otro proceso de contratación para poder adjudicarle los recursos que permitan su terminación. Continuemos con la vía Barbosa-La Pradera, de la cual no sé si es cierto que la van a comenzar. Y en cuanto a las tales “Autopistas de la Prosperidad”, la verdad hay que decirla, nos trataron de “embolatar” al decirnos que con los recursos que les habían asignado a algunos mantenimientos de vías troncales del departamento ya había iniciado la ejecución de este importante proyecto. Después nos dimos cuenta de que los recursos asignados no se debían a un “aporte significativo” que hacia el Gobierno Nacional a los proyectos viales de Antioquia, sino a una asignación de recursos que les habían hecho a todas las troncales nacionales.
Pero les advierto, después de que este gobierno desmontó “Las Autopistas de la Montaña” del gobierno Uribe, que iba a construir ISA, veo muy difícil el futuro de esas vías, porque al gobierno actual no se le puede creer. Si así fuese, para noviembre debería comenzar la licitación de este importante proyecto. Ahora nos vienen con el cuento que hay que vender a Isagén para construir las vías.
Por último, el Túnel de Oriente. No sé a ciencia cierta cuáles intereses pueden tener el gobernador Fajardo y el gobierno Santos en frenar tan importante proyecto. Por ahora seguiremos condenados a conectar un moderno aeropuerto como el José María Córdova por una carreterita de una calzada entre las glorietas de Sajonia y Las Palmas. A futuro tendrán que responder políticamente aquellos que en forma extraña permitieron que la jurisdicción ambiental sobre este proyecto pasase de Cornare al Minambiente y que a los tres meses regresara nuevamente a la corporación autónoma regional. Ello generó la paralización de una obra que había sido promovida por los exgobernadores Uribe Vélez y Ramos Botero. Sería muy triste no poder contar con el viaducto que permita conectar los valles de San Nicolás y del Aburrá.
Recorramos las vías de Antioquia y me dirán si tengo o no la razón. La educación es importante, pero ello no significa que dejemos a un lado nuestro desarrollo vial.
[email protected]