Las personas como propósito

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Lo corriente en las empresas es que tengan departamentos de recursos humanos y esto es un claro reconocimiento a una práctica que se ha estandarizado durante mucho tiempo, y es que las personas son un recurso que hay que administrar cuando se emplea, de ahí que las personas contratadas se denominan empleados.

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Lo anterior es normal cuando las empresas tienen como su gran objetivo ganar dinero y generar riqueza para sus socios e inversionistas. La verdad, está filosofía no tiene nada de malo ni debería ser reprochable. Sin embargo, hay maneras muchísimo mejores, efectivas y más inspiradoras de lograr las metas. Por ejemplo, si en lugar de crear riqueza como foco principal, se busca generar abundancia como consecuencia. Me refiero a la extraordinaria práctica de no tener en las empresas a las personas como recurso sino como propósito.

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Profundicemos un poco en este concepto. Cuando las empresas tienen al empleado como un recurso a administrar para sacar su mejor provecho y obtener mejores resultados, las personas igualmente tienen como objetivo utilizar su conocimiento, su experiencia y sus habilidades para lograr el mayor lucro posible por la ejecución de su trabajo. Si analizamos, lo que suele suceder es que, en la gran mayoría de las compañías, se genera una relación antagónica, la empresa tiene un objetivo, ganar dinero y las personas tienen otro, obtener la mayor cantidad de recursos posibles y construir hojas de vida para que el mercado los esté observando y su valor crezca, esto evidentemente demuestra que el propósito no es compartido.

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Si los empresarios y líderes nos enfocamos en las personas como propósito, apoyando su desarrollo y garantizando que los integrantes se reten desde sus fortalezas y no desde sus debilidades, divirtiéndose enormemente en sus cargos, en lugar de tener empleados a quienes tenemos que estar reteniendo con toda clase de incentivos, nuestras operaciones tendrían integrantes actuando desde su mejor versión y no solo crecerían exponencialmente sino que se generaría una de esas situaciones deseables y muy especial donde “al que encontremos trabajando lo echamos“.


*@juanconcultura

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