Las nuevas tecnologías están revolucionando todos los aspectos de la vida. ¿Tienen futuro los museos tal y como los conocemos? ¡Ya hay opciones que incluso trascienden el espacio físico!
Históricamente los museos han sido pensados como cajas fuertes, explica el curador de artes visuales del MUUA, Mauricio Hincapié. Ahora, dice, “las ciudades mismas se convierten en museos”, pues estos espacios están llamados a generar desde el encuentro el pensamiento partícipe y creativo.
Por eso, cada vez van siendo más escasos los museos dedicados solo a la contemplación, en los que predomina el no: “no toque”, “no hable”, “no tome fotos”.
María del Rosario Escobar, directora del Museo de Antioquia, dice que no es que haya museos en los que prime el prohibicionismo, sino que “son depositarios de colecciones universales que son fundamentales”. Agrega que hay unos museos que se convierten en escenarios de diálogos, de visibilización y de construcción de ciudadanía, de acuerdo con su contexto.
Hay museos que han hecho una apuesta por el artivismo, que implica combinar el arte y el activismo en su búsqueda por ser pertinentes. La directora del Museo de Antioquia explica que al declararse como activista no es que tengan un compromiso con un partido político o una idea, es que está “comprometido con la democratización del acceso, la diversidad, la inclusión; apuesta que no le quita su capacidad de conservación adquirida en 140 años de historia”.
Por ejemplo Escobar explica que la misma ubicación del Museo, en el corazón del centro de Medellín, lo interpela respecto a las problemáticas que allí se viven, de manera que buscan desde su gestión cómo ser más pertinentes para las comunidades, para la ciudad, para el desarrollo para la concientización por medio del arte, por lo que están abriendo las puertas, no solo para que el público entre, sino que para lo que por años ha sido allí custodiado también salga a la ciudad.
Nuevas formas de sentir
“Los museos siempre van a ser reflejo del contexto social, económico y cultural”, explica el curador Hincapié, quien anota que el patrimonio no es solo lo tangible, por lo que los museos también se están haciendo garantes de la apropiación de espacios, los sentidos y las interpretaciones dadas por el ciudadano del común a la realidad.
Eso implica un reto, pues se pueden crear, según Hincapié, nuevas memorias, que incluso, “trascienden el espacio físico; todo lo observable hará parte de un museo; en la contemporaneidad es posible que todo conviva”.
Hincapié ilustra que para la apreciación del arte ya no está de por medio solo el sentido de la observación, sino que con la tecnología hay más formas de sentir. Por ejemplo, dice, la realidad virtual, las imágenes digitales, los hologramas; piense que ya no solo puede ver una obra de arte en 50 x 50 sino en seis metros de alto por cinco de alto o que usted como creador publique una obra que pueda ser intervenida en la red por más personas y a partir de ahí se publique una nueva obra.
Escobar agrega que la incorporación de nuevas tecnologías como el video y el sonido, ha hecho que el arte trascienda las dos dimensiones con el fin de que ebulla la creatividad; más allá de los criterios de fealdad o belleza, pues simplemente son nuevos testimonios de la contemporaneidad.
Por: Daniel Palacio Tamayo / [email protected]